El engaño terminó.
Las inmensas fallas de una gestión
política, encomendada a una persona con total poder y sin ninguna experiencia,
y las falencias de un presidente más preocupado por sí mismo que por los demás
mantienen así a la Argentina al borde de un incendio. No hay dólares que salven
la incompetencia. Más aún, pueden aumentarla.
Sin embargo, la flecha general del actual proyecto de
gobierno que apunta hacia una economía de mercado estable, continúa siendo la
aspiración de esa misma mayoría que no quiere un regreso al empobrecedor pasado
estatista.
Ni lo uno ni lo otro: la mayoría quiere un camino sensato
hacia la total reducción de la inflación con una gestión hábil y profesional
que atienda, sobre todo, las necesidades productivas y las de un mínimo
bienestar de la población. O sea, el proyecto sí, los actores actuales no. Y
aquí es donde Provincias Unidas y el variopinto conjunto de partidos y alianzas
del centro liberal adquiere una importante relevancia para las próximas
elecciones nacionales de diputados y senadores. La misión de este conjunto es
preservar el rumbo y apuntalar o corregir la gestión actual a la vez que dar un
seguro de continuidad con gestores probados, profesionales y competentes.
Provincias Unidas aporta gobernadores expertos, en funciones
o con probado éxito en el pasado como Juan Schiaretti, y, por lo tanto, crea,
además, una calificada lista de aspirantes para las elecciones presidenciales
de 2027, a la que se suman los importantes representantes de los demás partidos
de centro. No se puede sustituir sin daños conexos a la actual administración
pero se puede construir un congreso con mayorías sólidas que la controlen. Los
nuevos diputados y senadores del centro liberal—incluyendo a los del PRO que
fatalmente deberán retroceder en su alianza actual y volver a su correcto lugar
del centro—contribuirán además a frenar a ese kirchnerismo que, a pesar de su
debilitamiento popular, muchos inversores aún perciben como una amenaza.
Esta vez, en
octubre y en toda la Nación, las elecciones pueden marcar un nuevo punto de
inflexión, con el voto lúcido y valiente de esa gran mayoría de argentinos que entienden
que la Argentina tiene dirigentes igualmente lúcidos y valientes, capaces de
representarlos en el total de sus aspiraciones.