Hace unos pocos meses, nadie creía en el centro liberal y se comparaba equivocadamente su aparente imposible viabilidad con la fallida avenida del medio.
Hoy, antes las falencias poco tolerables y sin ánimo de
ser corregidas del gobierno y la obcecación del kirchnerismo en políticas
económicas erradas, el centro liberal ha florecido en una multitud de opciones,
tanto en el plano nacional como en el de la Provincia de buenos Aires. A pesar
del poco convencido acomodamiento y sumisión de Mauricio Macri al pedido de
alianza del gobierno, muchos dirigentes e intendentes del PRO se han unido a
las diferentes variantes del centro liberal—los gobernadores del Grito Federal,
Somos Buenos Aires, Hechos y Unión Liberal—para conformar el germen de una
nueva fuerza donde conviven muchos peronistas, radicales, socialistas y otros.
Esta nueva fuerza
tiene la particularidad de aunar de modo mucho mas equitativo que en Juntos por
el Cambiio, amplios sectores liberales del peronismo y el radicalismo que, junto
a los demás integrantes de la fuerza, aseguran una doble certeza. No solo apoyan
las iniciativas del gobierno en pos de una macroeconomía sana y una adecuada
economía de mercado sino que abogan además por políticas sociales justas, una educación
universal y la continuidad de la obra púbica. Representan así una mejor y más
equilibrada promesa de modernidad. Una promesa que representa mejor a las
grandes mayorías argentinas, hoy tironeadas por los proyectos extremistas del gobierno
y el kirchnerismo y sin una representación cabal de lo que realmente precisan
esas mayorías.
La nueva fuerza también aflora como un semillero de nuevos
dirigentes, que junto a los experimentados Schiaretti y Macri, pueden ofrecer
una dirigencia profesional y convincente a una demanda que hoy solo abastece
por descarte el gobierno.
Como dijimos hace ya unos cuantos meses, la verdadera
oposición al gobierno actual no es el alicaído y fallido kirchnerismo, sino el
centro liberal que se erige como la más moderna síntesis representativa de la gran
aspiración nacional hoy no satisfecha: una política liberal con justicia
social.