lunes, diciembre 21, 2009

LA FUSIÓN PERONISTA-LIBERAL

(publicado en Peronismo Libre; http://peronismolibre.blogspot.com )

Después de los éxitos de los años 90, cuando peronismo y liberalismo, sin demasiado trabajo teórico previo, se unieron en feliz coincidencia en un programa estratégico para la Argentina, se vuelve a avizorar, en la década próxima a iniciarse, la misma unión política, más sólida y mejor estructurada. A pesar de lo que para muchos puede aún continuar siendo un oximoron político, abundan los presupuestos para volver a pensar un matrimonio político fértil entre las dos corrientes que han combatido con más encarnizamiento durante buena parte del siglo XX. Sin embargo, toda vez que se contempla una fusión política peronista-liberal, existen resistencias a vencer, muy definidas y visibles dentro de ambas corrientes de pensamiento.

Dentro del liberalismo, se puede considerar ya superado el factor racista que determinó buena parte de lo que el peronismo denominó gorilismo. En este caso, quedó un saldo a favor del peronismo que logró demostrar su razón histórica, al incorporar las grandes mayorías nacionales al poder político y al producir el milagro sociológico, único en la América Latina de su tiempo, de convertirlas en una rotunda clase media. Pero, con comprensible razón, el liberalismo desconfía de ciertas actitudes muy arraigadas dentro del peronismo y que, después de los gobiernos de Duhalde y de ambos Kirchner, no parecen sino haber empeorado. A saber, el abuso de poder por encima de la Constitución, la escasa vocación republicana, la corrupción siempre latente en aquellos que encuentran en el Estado la ocasión de enriquecerse y transformarse a su vez en aquella oligarquía tan envidiada y, lo que parece ser la marca en el orillo de los argentinos por un excesivo apego a los modelos europeos, el estatismo siempre preferido a la libertad de la iniciativa privada. En este sentido, es el peronismo el que tiene que hacer un gran esfuerzo de modernización, no de su doctrina –que expresa las creencias populares y el sistema de valores cristiano que le dieron origen—sino de sus instrumentos. Dentro del conjunto peronista, ya se ha avanzado mucho en la conciencia de la necesidad de un respeto absoluto a la Constitución y en la conveniencia colectiva de una perfecta institucionalidad, respetando la independencia de los tres poderes. Si bien el kirchnerismo, desde sus posturas de izquierda setentista continúa atrasando en este tema, el resto del arco peronista desde el duhaldismo al peronismo disidente, pasando por un menemismo también evolucionado en este aspecto, se puede decir que el encuentro con el liberalismo es total, en lo hace a la actitud republicana.

Donde el peronismo y también el movimiento afín más liberal del PRO, continúan haciendo agua, es en la revisión de los instrumentos administrativos, de gestión, de política económica y de política exterior. Ideas muy arraigadas acerca de la superioridad del estatismo --siempre centralista, además-- o de la conveniencia para la Argentina de tener mejores lazos con Europa que con los Estados Unidos, se han transformado en clichés políticos paralizantes que impiden pensar propuestas ambiciosas y renovadoras para la Argentina. Existe un lastre ideológico no identificado que perturba el correcto análisis de muchos de los problemas argentinos y equivoca, por lo tanto, las soluciones. La incoherencia fiscal es uno de los ejemplos más evidentes, ya que aún no se ha hecho un estudio serio para replantear el modelo impositivo federal, llave del crecimiento nacional. Peronismo y liberalismo deben no solo entablar una discusión desprejuiciada sobre la descentralización administrativa, la privatización y tercerización de servicios estatales, sino trabajar en la creación de una estructura impositiva genuinamente federal, en la cual las provincias recauden y administren sus impuestos, coparticipando a la Nación, en vez de a la inversa, como en la actualidad. Estas discusiones deben suceder mucho antes de que un presidente peronista liberal o liberal peronista llegue al poder, de modo de evitar muchas de las confusiones que malograron los éxitos de los años 90. Es importante volver a hacer notar que el estallido final de la economía a fines del 2001, se produjo por la errada visión de dirigentes anti-liberales como Duhalde y Alfonsín que apuraron una situación que podría haber tenido otro final, si el peronismo hubiera estado más en claro en los aspectos administrativos provinciales, y la población mejor instruida e informada sobre las reformas pendientes.

Así como en los 90, fue el liberalismo el aportó el bagaje teórico para la modernización de la economía, ahora es el peronismo el que debe completar ese bagaje, añadiéndole sus mejoras, en especial aquellas que se extrañaron bastante en esa década y cuya falta se siente muchísimo más ahora, y que hacen al cuidado y a la efectiva promoción de millones de personas degradadas otra vez a la categoría de pueblo marginal, como si el peronismo nunca hubiera existido. Esta degradación tiene su origen principalmente en la falta de una adecuada compresión de los instrumentos de la modernización por parte de la dirigencia política peronista, que no acompañó en su momento la revisión de los instrumentos de política económica, con una revisión modernizadora de los instrumentos de política social.

La política exterior fue muy bien encaminada en los 90, en una fértil asociación del peronismo doctrinariamente nacionalista, continentalista y universalista con el liberalismo globalizador. Luego, sin embargo, los caminos se separaron y, mientras que el peronismo se esmeró en cultivar una visión provinciana del continentalismo, encerrándose en las propuestas del Mercosur o en las de la asociación bolivariana de Chávez, el liberalismo se inclinó por una visión globalista generalizadora, abandonando detrás del desinterés de los Estados Unidos por la región después de Septiembre de 2001, todo objetivo continentalista. Está aún pendiente, tanto en la Argentina como en los Estados Unidos, la discusión sobre una comunidad americana, no sólo de libre comercio, sino política y militar. En este caso, es el peronismo el que por su propia vocación específicamente continentalista, debería plantear el debate y las iniciativas a llevarse a cabo con otros sectores afines, oficiales o no, en todo el continente. El continentalismo es, para la Argentina, el eslabón perdido en su proceso de globalización. De algún modo, también representa una gran oportunidad perdida para los Estados Unidos, y es en esta confluencia que peronismo y liberalismo pueden volver a encontrarse, para entrar con una mayor y distintiva fuerza en el proceso globalizador.

La fusión del peronismo y el liberalismo en un proyecto teórico común, debería continuarse luego en la organización de un espacio institucional. En las sucesivas discusiones en el Foro Partido Justicialista, exploramos la idea de que, una vez removido Kirchner de su ilegítima presidencia partidaria, fuese el Partido Justicialista el que albergase la fusión. Como heredero de la tradición más conservadora y ya renovado en parte durante los 90, y siendo el gran partido nacional más reciente y moderno, le corresponden los honores de dueño de casa. Como continua siendo una casa usurpada, el brote de partido alternativo del PRO puede crecer en la circunstancia, ofreciéndose como segunda opción, sin descartar una tercera, un nuevo partido armado con toda la decisión e inversión necesaria. Por algunos meses, el envase es lo de menos, siendo más importante crear conciencia acerca de la fusión y promover un debate público sobre todos aquellos temas que hace tiempo no se revisitan con la energía necesaria.

Peronistas y liberales pueden, como representantes de las dos corrientes culturales más profundas de nuestro pueblo, aunarse en un espacio que exprese ese conservadorismo cultural, hoy ya sumado en el acervo histórico y espiritual de los argentinos, y sólo contestado por aquellos que se resisten a abrevar en alguna de esas dos fuentes que formaron nuestro país, y recurren a otro tipo de inspiración, marxista, socialista o social-demócrata de raíz europea. Católicos o masones, protestantes o judíos, los peronistas y liberales tienen hoy en común la espiritualidad de su fe y su visión trascendente de la historia común. Si durante los siglos pasados tendieron a enfrentarse por sus diferentes versiones de la historia, el siglo XXI los encuentra automáticamente alineados, unidos y sin grietas, frente al ateísmo y al terrorismo islámico.

Cuando sólo algunos prejuicios del pasado separan dos poderosas fuerzas, y cuando el único futuro posible de la Argentina reclama su obligatoria unión, la hora no podría ser más propicia. El destino final de una Argentina próspera y feliz, requiere simultáneamente el aval y sostén de las grandes mayorías y el gobierno de la estricta modernidad del liberalismo.

domingo, noviembre 29, 2009

NOTAS FORO PARTIDO JUSTICIALISTA - Agosto a Noviembre 2009

noviembre 23, 2009
LAS VÍSPERAS
Poco se puede reflexionar ya sobre los Kirchner y sus sucesivas ficciones en la búsqueda de conservar o ganar poder antes de lo que aparece como la hora señalada, y que, quizá, sólo sea un hito más en la batalla más duradera de la discusión del país que los argentinos desean.


Excepto los siempre pulcros analistas políticos, nadie sigue ya con demasiado interés los últimos travestismos del a esta altura payasesco Néstor Kirchner, ni lo que se quiere hacer aparecer como un emocionante regreso a un PJ inexistente del cual nunca se fue, ni la beatificación y perdón buscados en una posible foto con el Papa, ni lo absurdo de las últimas leyes enviadas a aprobar de apuro en el Congreso para atar de pies y manos un sistema político que cree en sus manos. Tampoco atrapa el imaginario colectivo el flaco discurso presidencial que sobrevive a base de mentiras, toda una expresión de la anorexia intelectual que aqueja al ejecutivo. Podrán trampear con cartas sucias por una temporada más, pero nadie se engaña: no son ya los Kirchner el problema preocupante, sino aquel que va a venir y del cual todo se ignora.

Más o menos unida en la concepción de una democracia republicana a construir en conjunto, la oposición no ha entrado aún en lo que es el debate que la Argentina se debe, ya no para funcionar institucionalmente, sino para que su pueblo pueda sobrevivir en condiciones dignas. Los tres grandes temas de la política económica, la política exterior y el federalismo son discutidos de modo sesgado, y pocos son los que explícitamente reprochan a los Kirchner, además de los modales antirrepublicanos, su corrupción y el abuso de poder, los gravísimos errores políticos cometidos en esas áreas. Lo trágico de los Kirchner es que sus políticas, así como las de Duhalde, han sido apoyadas y votadas hasta hace poco menos de dos años, por una vasta mayoría de la población, incluyendo las clases medias urbanas, y mucho peronismo con la brújula perdida. La confusión de los Kirchner, que hoy reluce ante los ojos de todos, fue también la confusión de la gran mayoría. Todavía hoy, en Clarín y en programas de televisión del grupo, predomina la misma ideología que legitimó las políticas de Kirchner, lo cual no hace sino aumentar la confusión colectiva. Si el gran enemigo mediático de los Kirchner piensa igual, no es la ideología lo que está mal, sino el abuso de poder. El mismo radicalismo, y sus figuras principales, Cobos, Ricardo Alfonsín y Carrió, no se diferencian demasiado, fuera de su republicanismo, de los ensueños kirchneristas, como si con sólo respetar las instituciones, éstos pudieran por fin concretarse y triunfar por sobre lo que aún creen fue una tragedia, los denostados 90. No son ellos la novedad que puedan reencaminar a la Argentina, salvo en sus aspectos institucionales. Todos sabemos que hace falta mucho más que eso para despegar otra vez.

Por lo tanto, la salvación de la Argentina como país viable pasa no sólo por aquello que se opone a los Kirchner, sino también por lo opuesto a una gran parte de la oposición. La construcción de un nuevo modelo que prolongue y supere al de los 90, está hoy en manos del Peronismo Federal y de Unión PRO. Ese conjunto expresa hoy el corazón de la Argentina real y resistente. Como prueba, basta medir la intensidad de los ataques que ha sufrido Macri en estos días, tanto por culpa de su inexperiencia política como por el desenfreno de un gobierno que sabe que en el potencial de Macri y de sus socios de Peronismo Federal vive el modelo de óptimo servicio al país. Pero falta claridad comunicativa tanto en Peronismo Federal como en el PRO, acerca del modelo de país por el cual están luchando. Con la caja del tesoro en las manos, prefieren sin embargo seguir detrás del radicalismo, limitándose a los reclamos republicanos. De ahí que Duhalde no se canse de decir que el próximo presidente va a ser radical; no vaya a ser cosa que sea un peronista quien se anime por fin a basar su comunicación política en el perfil de país buscado. En la columna junto a esta nota, recomendamos una nota de Domingo Cavallo, sencilla y sin vueltas, donde muestra la realidad de un modelo y el otro. Los 90 aparecen como el período victorioso entre los dos periodos de fracaso, los 80 alfonsinistas y el corriente, duhaldo-kirchnerista. Los números hablan y la realidad es la única verdad. ¿Quién es el dirigente que se va a animar a reivindicar los hoy impopulares 90? ¿Quién el que va a mostrar el camino de la real prosperidad para los argentinos? ¿Quién el que va a interpretar con convicción pública este rol? ¿Quién el que va a cortar, de un sablazo, el nudo gordiano que ata a la Argentina desde fines del 2001?

Ese es el que es.

noviembre 15, 2009
EL PERONISMO ESTÁ EN OTRA PARTE
Por más que Néstor Kirchner se ilusione con su renovada presidencia de un Partido Justicialista convertido ahora por su omnipotencia en sólo un sello de goma a su servicio y al servicio de la permanencia de su mujer en el gobierno, de poco le servirá un partido en el cual sus afiliados peronistas ya no están. Ni siquiera ya, quizá, ese pseudo peronismo de los desposeídos comprados con subsidios, que hoy registran más que nadie la inestabilidad de esos subsidios si el que los debe proveer es un Estado sin recursos. El peronismo real, ese al cual los Kirchner ambicionarían mandar, no les responde en absoluto. El peronismo está en otra parte, y las recientes renuncias al Consejo Partidario de hombres como Carlos Reutemann y Mario Das Neves, debería dejar en claro a los ojos de la opinión pública qué poder tiene el ya desnudo Kirchner en un partido que es sólo su ficción personal.

El Partido Justicialista podrá, en condiciones normales de democratización, y recomenzando con su organización desde punto cero, recuperar su tradicional lugar histórico, del mismo modo que la Argentina podrá recuperarse en su organización política y administrativa y regresar al mundo con sus asuntos internos solucionados y la legalidad recobrada. Pero esto no sucederá bajo el mandato ya caduco de los Kirchner, por más que ellos continúen usufructuando un poder que ya les fue quitado por la mayoría de los argentinos.

Anclado en las formaciones de Peronismo Federal y de Unión PRO, el peronismo real, ese compuesto de millones de argentinos con una idea clara de país, gobierno y partido, tiene una vida cierta, bullente y esperanzada. También un historial muy grande detrás como gran destructor de sellos de goma y de intentos ficticios de poder. Un historial sólido que lo hace reconocer en ese mismo PJ que le supo pertenecer, una nueva ficción, el sello de goma de los Kirchner sin poder, que ya no saben de qué disfrazarse para no sucumbir.

Terminada la ficción, comenzará la vida real.

noviembre 05, 2009
EN MARCHA ATRÁS, A TODA VELOCIDAD
Si no fuera por el miedo que tenemos de que nos estrellen el país con nosotros adentro, nos daría risa. Cuando los gobernantes se equivocan tanto, pero tanto, ofrecen un irresistible circo. Tan gracioso a veces, que ni el pan nos importa. En las pocas semanas que quedan hasta el 10 de Diciembre, en vez del clima de dulce espera de los representantes que van a traer un poco de sensatez, con un mapa racional y un puño más hábil en el volante, nos vemos lanzados a toda máquina hacia el pasado, a todo el atraso y errores que en los 90 creímos superados.

Faltan ya pocas medidas y leyes para asegurar que vivamos definitivamente bajo los dictados de una oligarquía estatista, con todos los resortes en sus manos para decidir sobre bienes y personas, con el control de una justicia dependiente y temerosa y un Congreso cerrado, si es que no puede ser comprado. Desde el impuestazo tecnológico a la reforma política, pasando por los compañeros de Moyano impidiendo la circulación de la prensa, no falta nada. Es decir, sí; falta la frutilla de la torta, un falso 17 de Octubre que vuelva al punto cero de la historia peronista, esta vez para esclavizar a los trabajadores y no para liberarlos. Algo de eso se debe estar preparando, olfatea Carrió, esa sabuesa siempre alerta a los resabios del peronismo arcaico. El Peronismo Federal, más práctico, ha comenzado a hablar de parar el carro y usar la única policía disponible para las malas conducciones que ponen en riesgo el país y al futuro de sus habitantes: un Congreso aliado a la Justicia y el bien ganado juicio político de estos irresponsables gobernantes.

En la radio del auto, cuya velocidad se incrementa en la cuesta abajo, alguien se pregunta cómo puede ser ésto, cómo llegamos hasta aquí, y ¿quién cambia esto? Su voz suena desesperada, y ahí, ya nada da risa.

octubre 30, 2009
LA MONA VESTIDA DE SEDA MONA QUEDA
Por más que el Gobierno acelere su agenda y por más que ésta aparente encarnar parte de lo que el pueblo encomendó a la oposición, ya sea el subsidio universal a la niñez o la reforma política, la realidad es, como todo el mundo ya sabe, que estamos, no en un proceso de mejoría, sino en una descarnada lucha de los Kirchner por conservar el poder por todos los medios posibles. El hartazgo de la población en general y una resignación colectiva ante la impotencia de los dirigentes electos el 28 de junio, colaboran en dar oxígeno al minúsculo equipo Gobernante que continúa teniendo en vilo y atada de pies y manos a la Nación. También los ayuda la prudencia, cuando no la sumisión, de los jueces. Una última ayuda, en momentos en que la economía repunta un poco, parece provenir del sector empresarial: si la opción va a ser el ya desgastado Duhalde, con un Mauricio Macri desahuciado por la carencia de un partido de volumen nacional, se pregunta, ¿no convendría arreglar otra vez con Kirchner y con el inefable de Vido, ambos dispuestos a cuanta concesión cosmética se les pida en la emergencia?

El tema del fracaso argentino no parece estar en estos días en el fracaso de una dirigencia política incompetente, sino de un pueblo, en sus capas más altas e influyentes, incapaz de hacer una discriminación valiente de realidad y mentira, amigo de los atajos y de esconder la basura bajo la alfombra, corrupto no sólo en su afán de codicia inmediata sino la cortedad de miras para estructurar una comunidad que acotan en el tiempo, olvidando que ellos y sus hijos habrán de vivir en ella. Los Kirchner son su espejo fiel.

¿Habrá un dirigente peronista más vivo y más decente que Kirchner capaz de arrancarle el poder y usarlo para servir, de verdad, a los argentinos? A esta altura, y a las puertas de una inminente reorganización política del PJ, no hay otra pregunta. Perón, como padre político de una generación, dejó muchos hijos y aspirantes al poder. De esa generación, hemos conocido el peronismo ortodoxo de Duhalde y el pseudo peronismo izquierdista de los Kirchner. No conocemos todavía el líder peronista-liberal, el de la renovación de instrumentos para servir a los mismos fines. Como Menem perteneció a una generación anterior, todavía falta la última expresión de la generación destinada a suceder a Perón.

Aún con cierta timidez, como quién todavía no se anima del todo a encarnar su rol histórico y a asumir su identidad política plena, el movimiento generacional de Peronismo Federal se ha plantado frente a la opinión pública. Sus edades, ni muy mayores ni ya jóvenes, lo dicen todo: se trata todavía de aquellos famosos niños privilegiados del primer peronismo. Constituyen esa última fracción tardía, no manifestada: la del peronismo moderno, no ortodoxo, no izquierdista. Mientras la mona sigue engañando con los disfraces de seda, el noble y buen material nacional, añejado con la experiencia y homeopáticamente curado de todos los defectos del peronismo gracias al fracaso de Duhalde y los Kirchner, espera su hora.


octubre 26, 2009
LAS DAMAS MENDOCINAS
Hace pocos días, el Presidente de Venezuela, Comandante Chávez, creó la milicia bolivariana cuya misión será la de defender al Presidente de la República y su revolución. En la Argentina, el resurgimiento de diversas organizaciones piqueteras que reciben fondos del Gobierno Nacional y que han comenzado a exhibir armas en incidentes recientes, vuelve a poner sobre el tapete el más incómodo problema político de las últimas tres décadas: el rol de las fuerzas armadas. Un problema caro al corazón peronista, que sufrió todo a manos de los militares, pero que jamás olvidó que Perón era militar y que sólo pudo lograr lo que logró, en términos revolucionarios, por ser el más brillante Coronel de su generación. A pesar de todo, el peronismo siempre amó y respetó a sus fuerzas armadas. Y cuando ellas mismas se deshonraron, dejó pasar una generación, y las perdonó, dándoles la oportunidad de empezar de nuevo. El peronismo es cristiano, pero también realista.

En estos días en que las fuerzas irregulares al mando de los Kirchner pueden caer en la tentación de armarse, a semejanza de las milicias bolivarianas, para perpetuar en el poder a quienes el pueblo argentino ya francamente odia, cabe preguntarse quienes van a detenerlas. Las fuerzas armadas están sin conducción, porque su Comandante en Jefe constitucional no las aprecia, no las precisa más que en una función decorativa y las prefiere así, castradas. También están insuficientemente equipadas y, dos generaciones más tarde, cargando todavía con el pasado de aquella dirigencia militar irresponsable y gorila y con una culpa que no les corresponde ya, de varios golpes de estado y crímenes de guerra aberrantes. Si se prolongase o agudizase el desorden provocado por piqueteros violentos disfrazados de guardia pretoriana, ¿quién protegería al pueblo, víctima ya no de la mala política de los Kirchner, sino del abuso violento? ¿Están las Fuerzas Armadas en condiciones técnicas de defender a los argentinos? ¿Hace falta que las damas mendocinas hagan por ellas lo que el Gobierno Nacional ha decidido no hacer?

Entre las muchas instituciones que deben ser recuperadas amorosamente para la Nación, figuran sus Fuerzas Armadas, incluyendo en éstas a las diversas Policías y Fuerzas de Seguridad. El tiempo de la penitencia se cumplido ampliamente y ahora, después del desarme, literal y moral, corresponde devolverles el lugar institucional y reafirmarlas en la misión protectora del orden y la seguridad. No será un plan que guste a quienes viven de la inseguridad y el desorden, y tampoco a quienes reinan gracias a ellos, sabiéndose impunes. Es, sin embargo, el plan de la mayoría de los argentinos, convencidos de que la historia de los golpes se terminó, pero también la de las dictaduras, y que sólo queda el tránsito hacia una vida institucional plena. La extrema dificultad política que en estos días soporta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para crear su propia policía estatal es apenas el botón de muestra de lo que se avecina como una discusión que envolverá a todos los argentinos.

El Partido Justicialista, primera víctima de la usurpación kirchnerista en pos del poder absoluto, incluye también en su actual batalla ideológica contra los usurpadores, la defensa de su rol de custodio de la mejor tradición militar al servicio de la Nación. De San Martín a Perón, la justicia, la libertad y la soberanía han sido siempre causas nacionales. Los peronistas, como las damas mendocinas, saben exactamente a quién tienen que ayudar, aunque el cómo sea un poco más complicado.

octubre 19, 2009
UN DÍA PERONISTA
El festejo por el 17 de Octubre trajo por fin un alivio político. Mientras Néstor Kirchner y su mujer organizaron un acto para demostrar su convencido peronismo, con Antonio Cafiero de trofeo, y Mario Das Neves jugaba su modesta carta en el sur, la verdad hacía su aparición en otra parte. El gran festejo peronista, por lo que significa como punto de partida de la recuperación del PJ y de la reconciliación del peronismo con los argentinos hartos del abuso en su nombre, tuvo lugar en el acto organizado por Peronismo Federal, sigla que ha terminado por englobar a todo el peronismo no kirchnerista, incluyendo a Duhalde y Reutemann, no presentes pero adherentes.

Quedó así el dibujo nítido ante la opinión pública de la actual interna peronista: por un lado el kirchnerismo, por el otro Peronismo Federal. Por fin, dos; frente a frente. También, ha quedado firmemente estructurada la campaña para la recuperación del PJ, que comenzará por la recuperación del PJ bonaerense. El resto de los temas, cómo serán las propuestas, la modalidad de las alianzas y quienes serán los candidatos del futuro PJ, será discutido después. Ahora todos los que componen Peronismo Federal, encarnan la aspiración de un peronismo democrático, republicano y federal, y por estas tres banderas darán la batalla en común.

Una buena oportunidad para que el Peronismo Federal comience a conducir será la próxima discusión de la Ley de Reforma Electoral. Deberá instalar con toda claridad en la opinión pública, la conciencia de por donde los Kirchner pretenden ahora controlar el voto de los argentinos. La inminente discusión en el Congreso de esta ley exigirá una gran participación colectiva para abortar los caballos de Troya que se pretendan instalar en ella –como el Colegio Electoral- para que, por ejemplo, un Kirchner que consiguiera mantener subyugado al PJ, tuviese entrada a una nueva presidencia aún con el voto popular en contra.

Precisamos algunas reformas –como al eliminación de las listas sábana-- pero lo que más precisamos es garantía de honestidad y respeto por el voto que cada ciudadano emita. Hay que transmitir que las inequidades que pueda introducir esta ley no van a ir en contra de un presunto monopolio como en el caso de la ley de Medios ni en contra de una corporación productiva como en el caso de la 125, sino, esta vez, contra de todos y cada uno de los argentinos, esta vez con el único poder individual que al ciudadano le queda, su voto no respetado y manipulado bajo el amparo de una ley.

octubre 12, 2009
LA POLÍTICA O LA GUERRA POR OTROS MEDIOS
Terminada la vergonzosa votación de la ley de medios en el Senado, con la sumisión irresponsable de muchos senadores a las pretensiones manifiestamente anticonstitucionales del Poder Ejecutivo, la guerra contra éste continúa. Sin duda, con la misma intensidad con que este Poder ataca al pueblo al que debería expresar. Las armas de esta guerra despareja, en la cual el Poder Ejecutivo cuenta aún con su mayoría caduca, sólo pueden ser las de la política más refinada. ¿Cómo oponerse si no, sin el mayor de los ingenios y la más firme de las voluntades, a la violencia y prepotencia de los métodos de un Ejecutivo inescrupuloso?

De todas las oposiciones, la que más debe esmerarse es la interna en el Partido Justicialista. Esto, en especial, en vísperas de que sea presentada en el Congreso la Ley de Reforma Política, amañada para servir también a los intereses totalitarios y oligárquicos del actual minúsculo grupo gobernante que, a pesar, de lo reducido, mantiene en jaque a la Nación. Con el reingreso de Duhalde a la lucha por la reorganización democrática del PJ, son varios ya los que están en condiciones de acelerar y controlar ese proceso. Ante los atropellos del Ejecutivo, se debería también contar con una renovada conciencia y participación en este tema del hasta ahora dormido y prescindente Poder Judicial. Los Kirchner, si bien controlan aún los botones del Poder Ejecutivo y, por dos meses más, la mayoría en ambas cámaras, no controlan del todo el Poder Judicial y, por cierto, mucho menos al gran conjunto del justicialismo, donde además de Duhalde, están los Rodríguez Sáa, Carlos Reutemann, Juan Carlos Romero, Felipe Solá, Ramón Puerta, José Manuel de la Sota, Carlos Menem, las figuras bisagra de Francisco de Narváez y Domingo Cavallo, y el gran aliado Mauricio Macri. Diferentes líneas internas de un espacio común, seguramente también diferentes equipos y diferentes propuestas, también diferentes aspiraciones, presidenciales o no, pero todos con una fuerte identidad común: antikirchneristas por convicción, habitantes del mismo espacio político abierto por Perón y nítidamente diferenciado del radicalismo (el otro gran partido) y republicanos y democráticos a rajatabla, aún debiendo pedir perdón por un pasado quizá menos lúcido. Alta política es mantener esa unión en conciencia de que se está combatiendo por la expresión de todos y de cada uno en ese espacio común, y por el derecho de los afiliados y del pueblo en general, a elegir entre todos ellos al que mejor los exprese en un momento dado.

Se trata de seguir una regla clara y compartida por todos. Antes que la loable “Moncloa” del bipartidismo, hay que hacer la Moncloa de TODOS los candidatos del PJ y crear una mesa común, capaz de atender a lo primero: sacar el PJ de las manos de los Kirchner y devolverlo a los argentinos.

octubre 07, 2009
CON BANDEJA DE MASAS FINAS, LLEGÓ DUHALDE
Él es, por lo menos, de los que no se olvidan de los cumpleaños. Y llegó con su propia "atención", un día antes, para anunciar al resto de la familia que se va a encargar él mismo de ordenar el PJ. Nadie más adecuado, ya que conoce mejor que nadie el origen del desorden (también el del actual desorden de la Argentina, está vez sí, ahogada o a punto de, y reclamando, esta vez sí, sus mejores dotes de bañero y no de capitán). Su reingreso oficial en la disputa suena a reparación. El peronismo es cristiano y perdona, sobre todo cuando hace falta una ambulancia.

En su bandeja, trae la voluntad de hacer del PJ el otro polo del bipartidismo, y un entendimiento con muchos radicales embarcados en la misma cuestión. Este foro viene reclamando lo mismo desde su primer día. También parece haber comprendido que el polo peronista requiere amigos afines, y viene de visitar a Aznar en España, lo cual, sin ser todo lo que hace falta, es algo. Quiere hacer un conglomerado de partidos bajo la sigla del PJ: perfecto, va a conseguir nuevos amigos si se porta bien. Comprometido con hacer del PJ una fuerza democrática y republicana, tiene todo lo que hace falta para cumplir con este objetivo y conseguir el apoyo de todo el peronismo disidente para ese fin. Dice que quiere ser presidente otra vez. Cómo no, para eso el PJ tendrá por fin internas: él podrá competir con otros, incluyendo los de los partidos del conglomerado.

Masitas dulces, bien elegidas. Llegan a tiempo, además, en una hora en la cual cualquier noticia resulta buena, comparada con la nada.

octubre 04, 2009
EL REGALO DE CUMPLEAÑOS
El próximo jueves 8 es un nuevo aniversario del nacimiento del General Perón. Quizá los Senadores peronistas de la Nación quieran hacerle un regalo de cumpleaños el viernes, recordando que están donde están por ser peronistas y no por ser kirchneristas. La diferenciación viene al caso porque muchos confunden en estos días qué significa lealtad. Todos ellos, incluyendo los Kirchner que ya no son recuperables por ejercer la conducción, han aprendido que lealtad a Perón es antes que nada lealtad al pueblo. Hoy como ayer, su misión es servirlo. Fue la enseñanza de Evita, también, para quienes gusten de citarla como instancia revolucionaria superior al mismo General, y su última recomendación y legado; cuidar a Perón era cuidar al pueblo, y viceversa.

El General dejó de regalo al pueblo las creencias de éste articuladas en una doctrina escrita, como la Constitución no oficial del sentir profundo del pueblo más sencillo y humilde, como el conjunto compartido de normas y valores tradicionales que después, toda una generación de jóvenes vendría a cuestionar para luego, en su gran mayoría, regresar a la tradición. También el General dejó de regalo un instrumento, el Partido Justicialista, y no murió sin antes advertir que “Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada”, iniciando así la etapa plenamente institucional de un justicialismo que tendría siempre la tentación de retroceder a sus etapas iniciales, contestatarias, las del comienzo de la revolución.

Poca esperanza se puede tener en el peronismo, cuando los últimos peronistas vivos -- los que conocieron, obedecieron y se enrolaron en la doctrina y conducción de Perón, o sea en la lealtad jurada al pueblo argentino -- se confunden y creen que deben su lealtad a dirigentes que vienen equivocando el rumbo desde hace un buen rato. Olvidan la sabia recomendación del General de servir al pueblo, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes. Todo parecería perdido cuando, desde los lugares que les ha dado el pueblo permanente y no un dirigente ocasional y descartable, permiten todo fuera de la ley –desde la manipulación antidemocrática en el Partido Justicialista hasta la más descarada corrupción desde el Estado, pasando por la tergiversación de una doctrina que el pueblo no se ha cansado de reivindicar frente a los atropellos a sus más íntimas creencias.

Sin embargo, otro de los regalos del General, para que no nos desorientemos en la eterna lucha argentina entre el bien y el mal, fue el de recordarnos la existencia y eterna vigencia de los “anticuerpos” en ese cuerpo vital del movimiento nacional. Ese último recurso de los organismos vivos contra la infección ideológica, la proliferación de células malignas y aún dentro de ese aparente coma agónico que, por su accionar, invariablemente termina en milagrosa recuperación. Diría aquel simpático dirigente santafesino, como el Gato Félix.

Tal vez sea la hora de retribuir a tanto regalo recibido. La hora también de reaccionar con entereza frente a la usurpación y de regresar a la mejor de las tradiciones, para seguir avanzando en la renovación y la modernización. La hora, en fin, de renacer en la esperanza, esa que nunca abandona a los que están por el bien. La esperanza, como tradición de este pueblo, también es doctrina.

septiembre 28, 2009
DE LA VIDRIERA INTERNACIONAL AL SÓTANO NACIONAL
La Argentina tiene de todo, como en boutique. Gracias a una oportuna intervención de la comunidad judía, en forma de ultimátum, y de algunos amigos tradicionales de esa Argentina internacional que mantienen su fe en el país si no en los actuales gobernantes, el país lució mejor en las Naciones Unidas y en el G-20. Nos retiramos cuando Irán tomó la palabra y no dijimos tonterías, o no demasiadas que reclamasen la atención de la prensa. Los Estados Unidos contentos y Venezuela también, ¿qué más pedir a los dioses?

La recién estrenada vidriera internacional amenaza sin embargo con inminentes y profundas refacciones y habrá que ver ahí como va a quedar una Argentina atrapada de fondo en otros compromisos y otras estrategias que van a contramano de las reformas. Por eso, también en materia internacional, en la boutique cuenta más el desorden y caos del sótano, la invasión de ratas y la devastación del local, y eso es lo que la sensatez de los argentinos está esperando se arregle.

Hay nuevos arquitectos, planes, sugerencias; y nada que predomine aún salvo la idea general de no innovar con nuevos desatinos, como, por ejemplo, la ley de medios, la reforma política -que atañe profundamente al destino del PJ, por caso- y otras cuestiones que sólo prolongarían el desorden.

El tiempo internacional es incierto y nada de lo que hoy reluce va a durar. El tiempo nacional es misterioso, las olas profundas suelen no hacer ruido. Al sótano sólo le falta eso, el agua que se lleve todo.

septiembre 21, 2009
PODER JUDICIAL: ¿JUSTO O CÓMPLICE?
Mientras el Poder Ejecutivo avanza hacia sus objetivos a paso redoblado y el Poder Legislativo, sin recambio legal hasta Diciembre, lo acompaña, la ciudadanía inerme pone sus ojos en el Poder Judicial. Duda de éste y de la incidencia sobre él de un Consejo de la Magistratura controlado también por el kirchnerismo. A pesar de todo, y como es el único poder que aún no ha sido sometido al escrutinio cuidadoso de la opinión pública, un buen número de dirigentes opositores y un cada día más numeroso conjunto de argentinos avispados por el cariz que han comenzado a tomar algunos juicios contra figuras del kirchnerismo y contra ambos Kirchner, por diversos asuntos que van desde el financiamiento venezolano de la campaña presidencial al injustificable incremento patrimonial, se preguntan si no es hora de reclamar al poder judicial que cumpla a rajatabla con su rol de protector del pueblo y su constitución.

Como muestra de esta nueva tendencia, se destaca Alberto Rodríguez Sáa, quien con una lectura atenta de la Constitución descubrió que la llamada Ley de Medios que impulsa el kirchnerismo y que ya ganó media sanción de la Cámara de Diputados, es anticonstitucional y ataca además las facultades federales sobre la prensa. San Luis va así a recurrir a la Corte Suprema de Justicia para plantear la inconstitucionalidad de esta ley, quizá en simultáneo con lo que se transformaría así en un ilegal tratamiento en el Senado.

Como hasta diciembre no se puede esperar mucho de un Congreso con sus representantes caducos y no renovados, y cuando aún después de contar con un Congreso representativo, habrá que luchar contra los vetos presidenciales, no parece mala idea reclamar un mayor protagonismo a los jueces y exigir a la Corte Suprema que respete los derechos constitucionales de los argentinos, allí donde no son respetados por malos gobernantes e infieles representantes. Desde el primer día de este foro, no hemos dejado de señalar la complicidad de la Justicia Electoral en la interferencia para impedir elecciones internas en el Partido Justicialista; la pregunta sigue pendiente. ¿Vale más la presión de un Kirchner que la voluntad de millones de afiliados? A la corrupción de un Poder Ejecutivo, ¿hay que sumar la corrupción del Poder Judicial? ¿O se trata de pocos jueces que el mismo Poder Judicial, con la ayuda de la opinión pública, puede señalar para limpiar su buen nombre y honor?

El Congreso precisaba hacer las paces con el pueblo a quien representa: las últimas elecciones, aunque haya todavía que esperar la coronación de su resultado, sellaron el nuevo pacto. Ahora le toca al Poder Judicial en general y a cada juez en particular, puesto bajo la lupa pública. También a la Corte Suprema, para dirimir si finalmente el Poder Judicial es árbitro o cómplice, amigo o enemigo del pueblo a cuya justicia debería servir.

septiembre 17, 2009
LA OPOSICIÓN DE LA OPOSICIÓN
Con la media sanción de la ley de medios algo queda claro, no toda oposición es oposición, como demostró, entre otros, la lamentable participación de Proyecto Sur justificando un voto en consonancia ideológica, pero en contra de su responsabilidad hacia quienes acaban de votarlos como la alternativa decente de la izquierda, en explícita oposición a la corrupción del kirchnerismo. Por lo tanto, por asuntos como el de la ley de medios, y por otros que pueden emerger con urgencia con el correr de los días, como el de la hoy peligrosísima alianza argentina con un Chávez ahora militarmente asociado a Rusia, Siria e Irán, convendría ir refinando el concepto de oposición y entender que hay una oposición funcional al kirchnerismo que no sirve ya a los intereses de los argentinos, y otra oposición que no sólo es competitiva electoralmente, sino que está en las antípodas del kirchnerismo, honrando con su actitud al mandato de quienes los votaron.

Con elecciones recientes, la oposición de la mayoría de los argentinos al kirchnerismo quedó demostrada, pero hace falta todavía un esfuerzo colectivo que permita una discriminación más afinada de las posiciones políticas. La costumbre de debatir fragmentos y no la totalidad del problema nacional, sólo puede en este momento confundir a la opinión pública cuando la omisión colabora en sostener a un régimen corrupto, viciado de infinitas prácticas ilegales.

Entre los dos actores políticos, el oficialismo y la oposición, convendría así resaltar a este nuevo actor emergente, la oposición de la oposición, o sea aquella oposición opuesta a la idea de una oposición colaboracionista con el poder, bajo la justificación de la ideología, del cálculo electoral, o, directamente bajo presión y soborno. Se trata de desenmascarar a aquellos opositores que en la realidad actúan como colaboradores –explícitos u ocultos- de un régimen que mantiene innoblemente secuestrada a la Argentina, aún después de perder las elecciones.

Esta nueva oposición que compite electoralmente, que no cede ni a la presión ni al soborno y que además enarbola claramente sus diferencias ideológicas, es la que mejor expresa la necesidad y el mandato de los argentinos. Mientras esta oposición y los hoy no representados argentinos se mantengan mutuamente fieles, renovando los votos en cada ocasión parlamentaria, el camino para la recuperación institucional permanecerá abierto. También, más despejado, el aún estrecho y dificultoso sendero del reconocimiento de pertenencia a una misma comunidad, ese pacto aún pendiente de confianza y afecto entre argentinos.

septiembre 14, 2009
AYUDA MEMORIA DE ECONOMÍA PARA CUADROS DESORIENTADOS
En estos días en que el peronismo disidente y otras fuerzas van a unirse para discutir puntos básicos alrededor de los cuales permitir una adecuada reorganización del país, conviene volver a analizar la economía de los 90 hasta comienzos del 2002,uno de los puntos en los cuales muchos cuadros honestos persisten en repetir explicaciones erróneas. No sólo cuadros peronistas; también muchos empresarios se aferran a una interpretación equivocada de datos de la economía de los años 90 y de comienzos de este siglo. El gran actor político de las reformas por la modernización fue Carlos Menem, y las promovió en nombre del peronismo. El gran hacedor y ejecutor de esas reformas fue Domingo Cavallo, que sirvió con su impresionante talento y saber a la causa argentina y peronista. Parte de esas reformas fueron destruidas por alguien con menos saber y talento para la economía, alguien que siempre está a tiempo de aprender y bueno sería que lo hiciera -Eduardo Duhalde-, y luego remachadas por los Kirchner, dueños del más poderoso martillo para deshacer a la Argentina que ésta haya conocido desde los tiempos de la Anarquía. El peronismo de hoy, con la excepción de los destructivos Kirchner, está de acuerdo en las metas republicanas, pero aún no se ha animado a discutir a fondo cómo debe ser la economía argentina para recuperar su eficiencia y modernidad.

En el blog de Domingo Cavallo, http://www.cavallo.com.ar/ se encuentran las excelentes, frontales y precisas preguntas de un participante y la respuesta, clara y sintética, del aún no bien comprendido Ministro. No sería grave discutir a un hombre; en política pasa todo el tiempo. Pero es grave, en esta hora otra vez final de Argentina, ignorar el movimiento real de la economía, lo que se puede hacer y lo que no, y no discriminar con lucidez causas y efectos. Los que no estudiaron economía, pueden todavía aprender.

Pregunta: ¿Por qué Ud. cuando fue ministro cubría todos los costos con las ventas de los activos del Estado y con enorme emisión de deuda (que ahora Kirchner está pagando)?¿Por qué Ud. no sinceró el endeudamiento con dólares subvaluados (a un desequilibrio increíble de 1 a 1) que con un sinceramiento (devaluación del 2002) del tipo de cambio hizo saltar la deuda por encima del PBI anual? Ud. mantuvo una devaluación reprimida o, lo que es lo mismo, una convertibilidad rígida con un peso enormemente sobrevalorado que nos llevó lentamente a una explosión final fenomenal en todo sentido.


Domingo Cavallo responde: Septiembre 12, 2009 a las 10:28 am

Nunca cubrimos los costos con ventas de empresas del Estado. El producido de la venta de empresas del Estado se utilizó para recomprar Bocones previsionales y bonos hidrocarburíferos que habían resultado de la consolidación de Pasivos heredados del Gobierno de Alfonsín. La enorme emisión de deuda fue simplemente consolidación de pasivos devengados con anterioridad (deuda con jubilados, con provincias y con proveedores) o fue endeudamiento provincial con los bancos.

Yo, como Ministro de Economía, lejos de haber originado la deuda, luché contra su aumento y, entre 1991 y 1996 la deuda pública, bien contabilizada, disminuyó (ver el trabajo al respecto de Melconián y Santangelo, preparado en 1996 y publicado por la Secretaría de Hacienda).La deuda en dólares siempre estuvo sincerada: era en dólares. El problema de la gran devaluación surgió nó porque el 1 a 1 fuera mentiroso o insostenible, sino porque el gobierno de Duhalde decidió transformar la deuda (y los depósitos) en dólares a deuda y depósitos en Pesos al 1 a 1 y luego dejó flotar el Peso, que es lo mismo que gritar: Salgan todos a comprar dólares porque todos los que ustedes creían poseer han desaparecido!!! Eso hizo saltar el precio del Dólar a casi 4 pesos. Los endeudados en dólares lograron lo que querían y por lo que habían apoyado el golpe de Duhalde y Alfonsín contra De La Rúa: Lograron bajar su deuda en dólares a 1/4 o 1/3 de lo que realmente debían. Claro que esto se hizo a costa de los ahorristas (que perdieron dólares en la misma proporción) y de los trabajadores y jubilados, que vieron reducidos sus salarios reales y sus jubilaciones a la mitad.

Esto no fue un proceso de sinceramiento ni de la inflación reprimida ni de la devaluación reprimida (que no existían), sino la creación de un alevoso e injusto desequilibrio en favor de los endeudados y en contra de los ahorristas, los trabajadores y los jubilados. Además en ese mismo momento comenzó a producirse el fenómeno de inflación reprimida que está por explotar en los próximos meses.Es desde esa época que se congelaron artificialmente las tarifas públicas en pesos, se introdujeron los impuestos distorsivos (retenciones y demás) y se comenzaron a controlar precios y prohibir exportaciones de alimentos.

Lo de la enorme sobrevaloración del Peso es un cuento que le hicieron a los ingenuos para hacerles creer que el ingreso per-cápita de Argentina es de menos de 5 mil dólares cuando en la realidad es de más de 10 mil. Claro que la actual subvaluación del Peso les sirve al gobierno de los Kichner para seguir manteniendo muy bajos los ingresos de bolsillo de la gente mientras el gobierno recauda suculentos impuestos que usa para beneficiar a sus amigos y para financiar la corrupción.

septiembre 04, 2009
PARTICULARIDADES DE LA LUCHA POR EL ESPACIO PERONISTA
A pesar de todas las manifestaciones públicas, tanto de dirigentes peronistas como no peronistas –incluyendo a los Duhalde y los Kirchner-, a favor de un sistema bipartidista, el posible descuido dentro de quienes controlen próximamente el calendario del PJ por asegurar una auténtica vida democrática, puede terminar en un sistema tripartidista o, peor aún, eternizarse en el actual caos de partidos personalistas, adonde se llegó por la falta de internas democráticas.

Las internas partidarias dirimen no sólo candidaturas personales sino también visiones del país, propuestas y proyectos. En el caso del peronismo, lo que continúa en cuestión, desde los tiempos de la interna Menem –Duhalde por la reeelección o no de Menem, es la visión del país. Se discute si la economía debe tener un claro sesgo liberal o regirse por la ortodoxia peronista estatista; si la Argentina debe estar en una alianza continental que incluya a los Estados Unidos o refugiarse en la Sudamérica de Chávez, alternativa superadora del Mercosur; si la Argentina debe ser parte de la economía global en condiciones competitivas de inversión y desarrollo o si debe cerrarse sobre sí misma; y, finalmente, si el sistema político argentino debe encaminarse a un federalismo pleno y aun respeto absoluto por las reglas republicanas o si debe permanecer en el sistema centralista actual, caracterizado además por la permanencia ilimitada en el tiempo de una oligarquía estatal. Estas visiones antagónicas son también las que hoy se deberían dirimir en una interna justicialista democrática.

Lo que se debe evitar entonces es que esa discusión vuelva a postergarse, del mismo modo que se postergó en 1999, dejando la defensa de las ideas liberales y de apertura sostenidas por la administración Menem en manos de una fuerza menor como Acción por la República, el partido de Cavallo, y encerrando al peronismo en sus versiones más cerriles, las que sobrevinieron después, vía golpe de estado institucional del 2001, a través de Duhalde primero y de su delfín Kirchner después. El fracaso argentino actual no se encuentra en la crisis mundial, ni siquiera en la pobreza de la gestión actual, sino en la confusión ideológica en que se dejó a los argentinos a partir de 1999 y en la falta de una discusión pública desapasionada y fría, con los números en la mano y el razonamiento alerta para discriminar causas y efectos.

Hoy, por suerte, se está a las puertas de una reorganización partidaria en el PJ. Como ya hemos señalado, existe un saludable movimiento y vitalidad alrededor de este objetivo. Lo que no se ve, sin embargo, es claridad conceptual: no se trata de remover a Kirchner para conseguir a Duhalde con las mismas ideas aunque con otro talante y talento para el diálogo, sino ---en esta hora de emergencia y de elección de destino argentino en el mundo—de brindar un espacio para la reflexión y el cambio, o sea un espacio para la línea aplastada en 1999 y rematada en 2001. Esto, si se pretende un espacio bipartidista, en el cual las ideas radicales expresan mejor a esa corriente socialdemócrata que el peronismo, por esencia, no sabría servir (como está demostrado por ambas administraciones Kirchner y la anterior de Duhalde). Por el contrario, en una obligatoria actualización, el PJ debería expresar, como siempre, las ideas más modernas para lograr la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo y aceptar que no hay creación posible de riqueza genuina sin el uso del instrumental liberal para crear prosperidad y permitir el reparto.

Si la actual puja por el PJ se limitase a una puja de personalidades, Kirchner o Duhalde, representantes de las mismas ideas, la idea opuesta del PJ buscará su cauce y veremos una nueva Unión-PRO ampliada con apoyos hoy impensados y el apoyo conseguido en la población amplificado por una certera comunicación y nuevos liderazgos. La próxima elección presidencial encontraría así tres candidatos importantes, sin contar aun posible cuarto, el otro gran excluido del PJ duhaldo-kirchnerista, Pino Solanas, la expresión más genuina del izquierdismo peronista militante y decente, con sus muy utilizables ideas aplicables a las organizaciones libres del pueblo, su indudable federalismo, y su incuestionable vocación por la discusión racional dentro de un sistema democrático.

Lo que cada uno haga y diga dentro del gran espacio peronista, que incluye al PJ de los Kirchner, al PJ de Duhalde, al PJ disidente de Puerta, Romero y otros, al partido de Cavallo y al PRO, será tenido en cuenta, no tanto en lo que hace al control del aparato PJ, sino en la capacidad de planificar y liderar un país con el conjunto de ideas probadas y adecuadas.

La lucha dentro del PJ es, aunque no lo parezca por falta de presencia pública de algunas de sus voces más importantes, una lucha de ideas y no de aparatos. Los votantes argentinos han demostrado gran cintura para sortear aparatos, y hoy tienen avidez por nuevas ideas y por entregarse a liderazgos lógicos y confiables, con argumentos claros y convincentes que superen los personalismos y vuelvan a redefinir los espacios partidarios.

septiembre 01, 2009
CON CUIDADO Y POR LAS PIEDRAS
Mientras el Gobierno entra en su última etapa de goce del poder legislativo, el PJ vuelve a ser el objeto central del deseo de quienes no se resignan a perderlo y de quienes quieren tomarlo lo antes posible, víctimas de una abstinencia partidaria forzada, injusta, y sufrida con entereza, sin raptos ni violaciones.

Es primavera, claro, y los ánimos siempre en fuego de peronistas viejos y jóvenes, no admiten mucha postergación. Sin embargo, se les podría decir a todos, a modo de consejo, que es mejor la astucia, de modo tal que tan buen partido se enlace con el mejor candidato. En política, como en la naturaleza, el mejor es que trae consigo las mejores simientes, el capaz de fertilizar, de crear con aquello que lo recibe, una entidad nueva, con larga vida por delante. El mejor es siempre el más sano, el más productivo, el esperado por una comunidad partidaria frustrada por tanta esterilidad. Las bodas tienen sus ritos; mejor observarlos. No olvidar ni el cortejo ni la proclamación. Mucho menos las alianzas. Los wedding planners avanzan con cuidado y por las piedras, mientras los candidatos aletean, prueban, suben y caen.

Sin dudas, todos están listos para comenzar su vuelo nupcial, desde Duhalde hasta el inevitable Kirchner del aguijón quebrado y la reina infecunda, y también los Romero, Puerta, de la Sota, el mismo Reutemann aunque ahora vuele bajo, Menem que ¡cómo se la va a perder!, Solá, de Narváez, Rodríguez Sáa, y, aquellos de afuera que son de adentro, Macri y Cavallo, dispuestos a contribuir también con lo suyo a la consagración de la primavera. En esta temporada, se hablará de las abejas, para renovar la metáfora de los gatos. Será semejante, como toda vez que la vida renace.

Es septiembre, claro, hay flores por todas partes, hace calor, y todo lo bueno está por venir. Incorregibles o insoportables, pero siempre fecundos, hasta pa’sembrar desgracia, los muchachos peronistas, y sus amigos del mismo barrio, ya vuelan camino del baile.

agosto 26, 2009
EL PJ NO ES EL CONGRESO
Mientras que el adelantamiento de las elecciones produjo una desleal ventaja para el kirchnerismo hasta que en el mes de diciembre los nuevos representantes y las nuevas políticas puedan por fin expresarse en el Congreso, en el PJ la ventaja no es automática. El plazo del PJ venció el 28 de Junio, con la elección general, y no hay ley que diga que hay que esperar a diciembre para cambiar. No en vano Kirchner cedió la presidencia del partido a Scioli un par de días después de perder. Sin embargo, no cedió el poder, que continúa en cuestión, sin que nadie amague a organizar un enérgico movimiento decidido a la normalización. Por el contrario, vuelve a aparecer el mismo perdidoso Kirchner tomando la iniciativa, con la reforma política que pretende hacer votar en estos días en un Congreso en el cual sigue predominando. En esta guerra de los vivos, el más vivo ¿quién es?

El lanzamiento de candidaturas parece quizá prematuro frente a lo básico: ¿quién controla hoy el PJ y cómo la Justicia Electoral está hoy posicionada para dirimir antiguas cuestiones de legitimidad en la autoridad que se arroga Kirchner? Por otra parte, ¿cuál es la posición de los afiliados, que continúan sin conducción aunque con las siempre saludables condiciones de autoconvocatoria y organización? Y, finalmente, ¿cuál es la posición, en relación al PJ, del resto de los argentinos, los independientes que considerarían variantes sensatas y operativas del justicialismo y los antiperonistas activos, a quienes no disgustaría en lo más mínimo que el PJ sucumba, para siempre, junto a los Kirchner?

Se habla mucho de los candidatos y de las secretas operaciones de Duhalde, pero poco de lo que habría que discutir: el reordenamiento legal y democrático de un partido masivo con la participación de todos los argentinos que pretenden un sistema bipartidista sólido. Este proceso de reordenamiento requiere una mesa de organización que, incluyendo a absolutamente todos los opositores a Kirchner, enfrente dentro del PJ ese hoy golpeado kirchnerismo que puede aún manipular la justicia, pero que no obliga a nadie a esperar al 10 de diciembre. La mesa de organización puede estar dentro o fuera del PJ, pero debe constituir una estructura paralela y sólida, muy visible públicamente, para enfrentar a ese poder pícaro y malintencionado que continúa perturbando la vida política y manteniendo, mientras tanto, paralizada a la Nación.

agosto 24, 2009
EL NUEVO FRENTE DE BATALLA: EL PODER JUDICIAL
Si bien los argentinos hemos hecho en el último año un curso acelerado de qué significa representatividad democrática y cuál es el rol del Congreso y del Poder Legislativo para frenar los abusos del Poder Ejecutivo, y hemos pasado con sobresaliente la prueba del conocimiento en las últimas elecciones, todavía nos falta poner el ojo y la actividad en el significado del Poder Judicial.

Hoy por hoy, ese poder aparece ante la opinión pública como una entelequia siempre oficialista por razones misteriosas. No está desmadejado el modo cómo el o los sucesivos poderes ejecutivos consiguen controlar y volver inoperante a la Justicia, cuando se trata de que ésta juzgue sus tropelías. Tampoco está claro como los mismos miembros del Poder Judicial pueden accionar para mejorar la eficacia de éste, en términos políticos y no sólo de recursos operativos edilicios, tecnológicos o de personal, otro tema que jamás se toma en profundidad frente a la opinión pública. A veces parece que no hay justicia por falta de personal, computadoras u organización. Otras, porque los jueces son fácilmente corruptibles o dominables por el Poder Ejecutivo u otras corporaciones poderosas.

Si hoy hubiera un Poder Judicial independiente, que sirviera a los auténticos intereses del pueblo y de la Nación (¡para eso está!) seguramente no tendríamos ya este gobierno, que tantas irregularidades ha acumulado, para llamar suavemente a lo que para una justicia vigilante y actuante serían simplemente delitos.

La batalla por un Poder Judicial limpio exige quizá que quienes lo integran comiencen a quitarse esas falsas máscaras de neutralidad política y pugnen a la luz del día a favor de lo que creen. Es preferible tener jueces con ideologías o simpatías partidarias, religiosas o culturales claras antes que jueces corruptos disfrazados de neutrales.

Las asociaciones profesionales son las que deben comenzar a exponer todos estos temas y llevar la discusión sobre el Poder Judicial al llano, para asegurarse también la participación y acción de los ciudadanos en el control de su propia justicia, hoy corrupta por los gobernantes y por ese característico dejar hacer por ignorancia que los argentinos continuamos pagando tan caro.

agosto 21, 2009
¿VUELTA A FOJAS CERO?
El aparente renacimiento de un kirchnerismo victorioso en la cámara de Senadores preocupa a más de uno, como si la derrota electoral que los Kirchner sufrieron hace menos de dos meses ya hubiera sido absorbida y transformada en un jalón más hacia el éxito de su destructivo sistema de desorganización del país, lo que ellos a veces llaman su “modelo”. Lo más llamativo del triunfo, que contó además con la descarada traición de varios senadores a la voluntad de su electorado, es que sucede en el mismo momento en que la lucha interna dentro del PJ comienza a desplegarse sin máscaras ante la opinión pública. No es el destino de los Kirchner lo que está verdaderamente en juego, sino el destino del PJ. Los Kirchner y sus aliados y/o cómplices tratan de construir poder para impedir que el PJ sea lo que está destinado a ser (y que será, a pesar de la voluntad de los Kirchner y de sus maleficios judiciales): el partido que exprese las necesidades más auténticas de la Nación y el que siembre concordia y no división entre los argentinos.

La oposición no PJ se comporta más o menos correctamente, aún dentro de sus propias internas, pero pensar que el reaseguro de un presidente radical para el próximo turno es garantía de orden suficiente, es un error. Si el PJ, por falta de un accionar adecuado de los opositores internos a los Kirchner, quedara en manos de éstos, seguiríamos dentro de la misma democracia renga. Por lo tanto, el único aseguro es concentrar fuerzas para que los Kirchner salgan, además del Gobierno, del control y gobierno del PJ.

La oposición interna no social demócrata tiene un dilema allí, y es pasar por el estrecho desfiladero entre Kirchner y Duhalde, de modo de asegurar un partido que sea una verdadera opción al ya definido socialdemócrata radicalismo y una salida para la Argentina hacia la verdadera productividad, grandeza y justicia equitativa. Por ese desfiladero no se puede transitar sin una conducción unificada, de uno o más dirigentes y eso es lo que está faltando, en estos días de movimientos caóticos y a veces incomprensibles.

Hoy, la llave de la Argentina está en la organización inmediata de esa oposición interna dentro del PJ. Sin ella, los riesgos de permanecer en el mismo lugar y aún de retroceder, continúan siendo muy grandes. Hoy, el país entero mira a ese conjunto indiferenciado de peronistas, entre los que incluye a Kirchner, y se pregunta si traerán una vez más la desdicha o la solución. Hoy, entre los argentinos, hay tanto odio, bronca e impotencia como esperanza. Como los Kirchner han sido la desdicha, habrá que ver si existe algún peronista que se anime a encarnar la solución. Hoy, y no mañana.

agosto 19, 2009
LAS SILLAS MUSICALES
Dentro del consenso general de que los Kirchner están en caída libre, tanto en el control del gobierno como del PJ, y descontando que a último minuto no sean capaces, los muy audaces, de hacer lo lógico para salvarse, o sea, abrir el paracaídas de tres o cuatro medidas sensatas que el país reclama para seguir viviendo, todos los días hay novedades en el juego de las sillas en que se ha convertido la política. Ya no el habitual minué, sino una alocada melodía con terminación fija, lleva ahora a los aspirantes a vistosas piruetas y empujones. Carrió se va a hacer carrera a la provincia y ahora Reutemann declara que el mejor candidato del PJ para el 2001 es Duhalde. Nadie discute políticas; sólo los movimientos de los demás alrededor de Cobos y la quizá inminente vacancia de la silla presidencial. ¡Que mejor se queden los Kirchner!¡Que se siente Cobos ya! No hay que explicar mucho más acerca de esta infantil y deplorable vorágine especulativa: hoy el mejor es Duhalde, dentro de un par de días, según, el mejor volverá a ser Reutemann, y luego otro, hasta que la melodía se acabe y, con ella, el juego.

La realidad, esa persistente e insobornable verdad, continúa, sin embargo, recordando que el mejor candidato del PJ, del gobierno, del Radicalismo o de la transición es aquel que sea capaz, más que de jugar y especular con la suerte del propio destino político, de usar su influencia, lo que tenga de poder y prestigio, y el absoluto total de su inteligencia, en liderar al siempre despreciado pueblo argentino, ávido de cuidado y amor, y bastante harto de la viveza ejercida en su perjuicio.

Ese liderazgo continúa vacante, y es el único que importa, ya que es el que garantizará que se pueda hacer lo justo. No surgirá de la boca ni el dedo de ningún dirigente, sino de la más pura selección democrática, por parte del pueblo, del que mejor exprese su sentir y pensar.

agosto 11, 2009
LA GALAXIA JUSTICIALISTA
La transición y los que vienen: Carlos Reutemann, Alberto Rodríguez Sáa, José Manuel de la Sota, Mauricio Macri, Domingo Cavallo, Felipe Solá, Ramón Puerta, Juan Carlos Romero y muchos más.

En el programa de Mariano Grondona del domingo 9 de agosto, un contemporizador Alberto Rodríguez Sáa, antes que atacar el diálogo presidencial, prefirió el atajo de usarlo para marcar, ya no a los Kirchner, sino a Eduardo Duhalde y su autoritario dedo, y dejar asentada la idea de que el PJ precisa comenzar ya elecciones primarias en cada provincia, hasta ir recuperando el movimiento democrático y extenderlo al PJ nacional. Es una idea, práctica y concreta, acerca de cómo reconstruir el partido y tener un armado que permita alianzas posteriores con los partidos liberales y conservadores hermanos.

Otra idea, igualmente notable, es la de Ramón Puerta, que prefiere construir en paralelo al PJ un espacio peronista-liberal, sin confiar mucho en que el aún vigente aparato kirchnerista permita operar de entrada dentro del PJ.

Como sea que finalmente se den las cosas, lo cierto es que los planetas han vuelto a girar dentro de la galaxia justicialista con una cierta armonía cósmica que incluye, además de los despotenciados Kirchner, Scioli y gobernadores anexos, a un resucitado Eduardo Duhalde en lo que probablemente será su última explosión política antes de ser absorbido en la negrura cósmica donde van a dar, siempre, las estrellas extinguidas. Con todos ellos hay que competir, y son sus viejas e ineficaces ideas las que hay que derrotar.

Las voces de la antigua pero vital galaxia peronista-liberal han comenzado por fin a afinar en conjunto. Existe una interpretación colectiva de la economía que sólo choca con el duhaldo-kirchnerismo, y existe también una interpretación colectiva de la necesidad de reinsertar correctamente a la Argentina en el continente y en el mundo. Hay menos temor a reivindicar la década de los 90 y las figuras centrales de Carlos Menem (el ya histórico presidente) y de Domingo Cavallo como los modernizadores de la Argentina. Vuelve a despertar el orgullo por el rol siempre revolucionario del peronismo que hoy debe hacer aún más y mejor, continuando su tradición y superándola. Se afirma la idea de un frente electoral en el cual el peronismo, el PRO y otros partidos menores compitan con sus candidatos en internas abiertas. Estas posiciones, expresadas por un vasto conjunto de dirigentes, constituyen ya un muy definido espacio político. Un espacio donde también existen los solos, esas tonalidades únicas que cada dirigente, presidenciable o no, aporta al conjunto y que los diferencian ante el pueblo, brindándole a éste un espectro amplio de personalidades y experiencias.

No hace falta más para dar por comenzado el proceso de reorganización final del justicialismo. El resto es logística.

agosto 08, 2009
TAMBORES DE GUERRA
Si la economía argentina sufre por estar en las manos equivocadas, ¿qué decir de la política exterior? Nada va a perjudicar más a la argentina que las malas decisiones que se tomen en estos días en materia de política continental. El tema de las bases norteamericanas en Colombia es bastante más serio de lo que la desgastante cháchara chavista que a poca gente le interesa escuchar, y de impredecibles consecuencias para una Argentina mal inserta en el increíble mamarracho funcional al chavismo de la Unasur (con voluntarias minúsculas). El tema de fondo continúa siendo el de la organización continental y la guerra contra la guerrilla narco, sólo un capítulo de una contención del totalitarismo chavista.

El PJ sin conducción y el espacio PJ-PRO sin organización contribuyen a que los temas de política exterior, súbitamente tan urgentes como los temas de la economía, no formen parte de la conciencia pública. No hay dirigentes que expresen con energía una política exterior alternativa a la política exterior kirchnerista aliada del chavismo. Nunca vendría mejor aplicar la idea de una mesa de conducción del espacio amplio PJ (idea de Ramón Puerta) y un gabinete fantasma (muy útil idea de Domingo Cavallo) para reposicionar a la Argentina allí donde debe estar, según sus intereses.

Lo que se está discutiendo en estos días es la variante militar del ALCA, que tenía aspectos comerciales, culturales pero también militares que eran menos visibles a los ojos públicos en tanto la Argentina se creía libre de amenazas totalitarias. Hoy, la Argentina puede ser no sólo la socia sino la víctima en una guerra en la cual camina entre dos fuegos como si el fuego no quemase y consumiese. Siendo este el modo preferido de operar de los Kirchner, que se creen impunes y han arrastrado al país a todos los posibles abismos, convendría establecer muy pronto otra alternativa. No se trata ahora sólo de la economía sino de la seguridad nacional: una cosa es ser pobres, la otra estar muertos en la guerra equivocada.

Si el actual gobierno norteamericano tiene sus propias dificultades acerca de cómo conducir sus relaciones con América Latina, la Argentina podría volver a hacer punta en el continente transformándose en el par eficaz que llama a las cosas por su nombre, que es capaz de separar a los países democráticos semejantes a los Estados Unidos y ya sus socios o socios potenciales, y lo suficientemente audaz como para plantear el franco establecimiento de una clara alianza militar desde Alaska a Tierra del Fuego que calme los ímpetus guerreros de un Chávez que ya no sabe qué inventar para sembrar el caos mientras disimula su fracaso.

Esta propuesta, claro, exige una dirigencia que sirva a la Nación. Y si no en el poder, ésta debería estar por lo menos visible en el horizonte político nacional.

agosto 03, 2009
REUNIÓN DE FAMILIA
La reciente propuesta de Domingo Cavallo de incorporar a Duhalde al gobierno de los Kirchner, sumada a la preocupación de los radicales y aliados por el riesgo de tener que sacrificar Julio Cobos en un reemplazo prematuro de este gobierno y las especulaciones acerca de Reutemann como candidato presidencial, pueden hacernos creer que vivimos dentro de una recién estrenada realidad.

Sin embargo, una miradita a lo que ocurría hace nueve años, en pleno ascenso de la Alianza y en vísperas de elecciones por el Gobierno de la Ciudad, antes de que Macri hubiera nacido para agregarse a la familia, nos recuerda que somos, todavía, los mismos, con viejas internas sin resolver.

Para ilustrar lo antedicho, una joyita: la completa y clarividente nota de Carlos Eichelbaum publicada en el diario Clarín en su edición del Domingo 19 de Marzo de 2000: El peronismo ya no oculta su reconciliación con Cavallo , que conviene leer con los ojos bien abiertos y puestos en el tablero político de hoy.

Del pasado político reciente se elige siempre recordar los años del menemismo y el final del Gobierno de la Alianza con el golpe institucional que Alfonsín y Duhalde dieron a de la Rua y a la política económica de un Cavallo que buscaba desesperadamente salvar la estabilidad. Por costumbre, se omite el período menos espectacular de lo que fueron las internas de sucesión del menemismo, entre el final de Menem y los primeros tiempos de la Alianza. Este período, después de una década y de diversos avatares electorales que incluyeron al propio Menem, aún no ha sido saldado. Lo que caracterizó aquellos días entre dos siglos, el proceso de conformación de una línea liberal dentro del PJ que continuase y superase los 90, continúa vigente. Los protagonistas siguen siendo los mismos, aunque haya nuevos bebés en la familia, y resulta igualmente notable la vitalidad de una búsqueda que no tiene aún un líder decantado.

Vale la pena leer la nota mencionada y detenerse en aquel momento, en el cual lo que pudo ser no fue, pero a la vez, y más allá de las sucesivas derrotas, continuó viviendo una existencia secreta y preservada que parece emerger en estos días, como llamada, otra vez, a la luz.

jueves, octubre 29, 2009

NOTAS FORO PARTIDO JUSTICIALISTA- Diciembre 2007 a Julio 2008

julio 23, 2008
EL PJ EN LA MIRADA PÚBLICA
Otros aires soplan en el país y, si bien es pronto para alegrarse demasiado, es obvio que el tema del PJ, que nos viene ocupando hace siete meses, puede hoy abordarse desde una certeza: muchos de los dirigentes incluidos en el PJ oficial, hoy unidos de hecho con aquellos pioneros que no habían siquiera sido invitados a participar en la organización del partido, se han expresado abiertamente en contra de algunas de las ideas kirchneristas. En principio y a viva voz, en contra de las ideas del matrimonio presidencial sobre política agropecuaria y, sotto voce, en contra de los aspectos caducos del modelo económico que alguna vez creyeron que podría resistir y, con un fervor apenas reprimido, en contra de los manejos autoritarios, inconstitucionales y antidemocráticos. Los medios periodísticos, por su parte, han tomado esta semana el PJ como el tema favorito de especulación política. Lo que hasta hace poco tiempo era una discusión casi privada entre políticos y militantes, hoy se ha transformado en un tópico popular en el cual todo argentino tiene algo para decir.

A pocos días de lo que será una manifestación abierta del comienzo de las discusiones institucionales sobre el PJ y su rol en el país, se perfilan tendencias y dirigentes ávidos de participar en el debate y de abrirlo a la sociedad. Muchos de ellos, como Duhalde, especulan con el desgaste y prefieren que el proceso sea lento y parsimonioso, convencidos de que los Kirchner sólo pueden cometer más errores y que no podrán evitar su autodestrucción. Otros, más frontales y honestos hacia la ciudadanía y hacia las necesidades de la Nación, como Reutemann, Romero y de la Sota, creen que el airear los temas traerá la democracia que falta, arrastrando incluso a los Kirchner en la ola del baño de verdad, y ayudando a que la ciudadanía pueda identificarse de modo transparente con las nuevas ideas y con la actitud personal de quienes las encarnan. El contrato personal entre dirigentes y ciudadanos debe ser renovado, tanto por la discusión pública como por la modificación del sistema electoral recordando además que las listas sábana deben suprimirse, devolviendo la libertad al elector y facilitando el compromiso personal.

El lanzamiento anticipado del equipo para la candidatura presidencial de Macri anticipa el dibujo de la futura oferta electoral. Aún sin descartar que el debilitado kirchnerismo pueda todavía salirse con la suya, con la complicidad de la Justicia, y ocupar ilegalmente el PJ transformándolo en un partido de izquierda, todo lo que se haga para transparentar el ya existente debate sobre el actual PJ ayudará a colocarlo en el correcto casillero: el de un peronismo amplio, democrático, progresista en la economía y en la adecuación al siglo XXI y a la nueva sociedad del conocimiento, conservador de la cultura argentina y de sus mejores tradiciones, y fiel a sus banderas doctrinarias y políticas de soberanía, independencia y justicia.

julio 01, 2008
PARALELO ENTRE LA ARGENTINA Y EL PJ
Como ambos padecen la misma inadecuada conducción kirchnerista, caracterizada por el autoritarismo, la carencia de diálogo con adversarios y rivales, y la enfermiza negación de la realidad, es muy posible que el destino de la Argentina y el del PJ cambien también al mismo tiempo y de modo inesperado.

La discusión por las retenciones llevada al Poder Legislativo ha delineado claramente el campo peronista, ya no reducido al pseudo peronismo oficialista sino ampliado a dos grandes grupos de presión: el duhaldista, de ideas filokirchneristas, que trataría de salvar la cara del Gobierno con sólo algunas modificaciones a la Resolución 125 y el delasotista –para sólo nombrar al dirigente hoy más activo-, que al igual que el total de la oposición no peronista, cree que se debe rechazar de plano la famosa resolución de la discordia y comenzar de cero la discusión sobre la política agropecuaria.

En espejo, los campos dentro del PJ se dibujan con idéntica claridad: por un lado el kirchnerismo, sostenido por resoluciones judiciales que la Justicia Electoral deberá rever en cuanto los afiliados protesten con el mismo vigor que los agricultores por la manifiesta ilegalidad de dichas resoluciones, y por el otro, el duhaldismo tradicional que desea reemplazar al mismo kirchnerismo que ayudó a entronizar y el nuevo gran rival, el grupo encabezado por José Manuel de la Sota, Ramón Puerta y los hermanos Rodríguez Sáa, plantados ya frente a las dos obsoletas versiones del peronismo con todo el rigor de la modernidad.

Esto es lo que viene y, mucho más pronto de lo que hubiéramos creído hace sólo algunas semanas, ya no discutiremos acerca del PJ sino que, encolumnados en alguna de sus tres líneas, debatiremos los grandes temas nacionales y las diferentes soluciones en la más democrática de las pre-internas.

La Argentina y el PJ habrán terminado así su ciclo de siete años de antidemocracia y de irregularidad jurídica, inaugurados por el ex Presidente Duhalde, uno de los grandes equivocados de la historia argentina y a quien pocos quieren volver a ver influyendo con ideas erróneas en el destino de la Argentina o en el del PJ.

EL PJ no oficial acaba de presentar a la comunidad un conjunto de líderes modernos y libres. Ellos actúan hoy con gran decisión, pidiendo a los diputados peronistas la inmediata derogación de la Resolución 125 y recordándoles que la lealtad peronista fue, es y será al pueblo al cual representan y no a un Poder Ejecutivo cuestionado por ese mismo pueblo que no se siente escuchado en su reclamo, o a un Presidente de partido rechazado por afiliados a quienes no se les permitió elegir.

junio 22, 2008
DEBATE DEL PERONISMO LIBERAL
La salida de Menem del Partido Justicialista, con un sonoro portazo, asegurando que el Partido Justicialista no existe más, abre un nuevo debate acerca del futuro: ¿dentro del PJ o fuera del PJ?

Hace pocos días, Ramón Puerta señalaba en un reportaje de Gerardo Rozín, que la transversalidad destruyó los dos grandes partidos argentinos y contribuyó al derrumbe institucional. ¿Insistir con la diáspora en el PJ ayuda o agrega más destrucción?

Por otra parte, ¿como lograr una correcta conducta en los jueces electorales para habilitar el debate y elecciones democráticas dentro del PJ?

¿Pueden los Kirchner caer y arrastrar con ellos al PJ para siempre? Si es así, ¿quienes van a demarcar ya mismo el espacio del peronismo que es infinitamente más amplio que el kirchnerismo?

¿Estamos suficientemente atentos al hecho de que una gran parte de la población no peronista identifica en los Kirchner los aspectos institucionales más vulnerables del peronismo antiguo y que no verían con desagrado que se llevaran en su caída la totalidad del Justicialismo?

¿Qué planes tenemos para reestructurar el PJ como un partido moderno y democrático?

¿Por qué los ex presidentes y antiguos funcionarios importantes del ejecutivo persisten en continuar su carrera política aspirando a puestos electivos, aún cuando sean ya impopulares y rechazados por grandes grupos de la población en vez de crear fundaciones políticas donde volcar su experiencia y servir a la Nación del mejor modo posible?

¿Por qué un dirigente moderno como Macri tampoco estudió a fondo los problemas de la Ciudad antes de asumir el Gobierno en alguna de sus fundaciones y ahora es sorprendido, por ejemplo, por los taxistas que señalan la improvisación?

¿Estamos condenados a ser chantas aún sabiendo que ya no podemos ni debemos, porque el país colapsa, tal como la ignorancia del actual gobierno en materia agropecuaria ha demostrado?

junio 19, 2008
LA AMBICIÓN SECRETA DE LOS KIRCHNER
La insistencia en una visión paranoica acerca de las intenciones de quienes se oponen a su estilo antidemocrático de gobernar, ya sea en el Partido Justicialista como en el Gobierno Nacional, confirma las peores suposiciones de algunos analistas: los Kirchner no están de ningún modo interesados en permanecer al mando del país y del PJ sino en construir una imagen internacional que les permita deambular por el mundo dando las lecciones del socialismo que no pudieron aplicar porque fueron derrocados por un golpe oligárquico.

Ellos, mejor que nadie, saben que su programa estatista está agotado y que sólo les cabe ceder a la realidad, si quieren seguir gobernando. Tal vez por ese inevitable ajuste que estaría al final de esta crisis es que redoblan la apuesta: perderla sería, para ellos, ganar. Es decir, no tener que hacerse de verdad cargo del poder y de gobernar en medio de todas las contradicciones y adaptaciones a que obliga la realidad, y disfrutar en cambio de un exilio dorado jugando el cómodo rol de los nuevos Che Guevara planetarios, de Perón y Evita de utilería en la fantasía revolucionaria de la izquierda. Plata no les falta para representar esta comedia en todos los foros internacionales precisados de mitómanos para contradecir, en ese caso, la realidad global.

La diferencia, como siempre, la harán los argentinos, obligándolos quizá a gobernar bien y a enfrentar como opción, no el exilio, sino la cárcel, no sólo por la sospecha, señalada por muchos líderes de la oposición, de participación en diversos negociados y por la ingerencia en la justicia para impedir la vida democrática dentro del Justicialismo, tantas veces señalada en este foro, sino por no cumplir con el deber de todo mandatario de gobernar bien, atendiendo a los intereses de la mayoría y no a las necesidades de lustre y poder personal.

junio 13, 2008
EL ARMADO DEL PJ Y EL LEGADO DEL GENERAL PERÓN
El 12 de junio de 1974 el General se dirigió por última vez a los militantes reunidos en la Plaza de Mayo y los que allí estuvimos pudimos percibir, quizá por la urgencia e improvisación de la convocatoria, la singularidad afectiva del mensaje. El tono era de una calma y una intimidad inusual y, sin que lo supiéramos en ese momento, una despedida. Nos pedía compromiso y vigilancia; se llevaba con él “la música maravillosa” del pueblo argentino. Nos dejaba, además de la partitura para que no desafináramos, una orden no escrita de seguir escuchando la palabra de los compatriotas y también la clave para regocijarnos en su música. Muerto el General, el peronismo no ha sido otra cosa que la memoria de ese aprendizaje y la práctica cotidiana de una creatividad aplicada al adecuado acompañamiento del pueblo. A los dirigentes formados dentro de aquella visión peronista de la Argentina y de los argentinos, expresada además en la muy nacional, original y amplia filosofía política del justicialismo, hoy sólo se les reclama fidelidad a este específico legado de lealtad al pueblo.

Si para el General, durante los años revolucionarios, el PJ sólo era un instrumento electoral del movimientismo, para los que quedamos, y a treinta cuatro años de su muerte, el PJ es el instrumento institucional de una doctrina política que, como conjunto de normas y valores, no tiene ataduras ideológicas sino objetivos. Por eso el actual PJ, antidemocrático, autoritario y excluyente, debe ser restituido a las normas y valores que le dieron origen y debe entonces ser democrático, justo e integrador. Como el movimiento peronista históricamente sustituyó a la izquierda progresista, creando un progreso real en las clases trabajadoras y como además reemplazó a la antigua elite oligárquica en el ejercicio del poder, es impensable un PJ respetuoso de su lugar en la historia, que no absorba a aquellos que vino a reemplazar. El PJ institucionalizado tiene que albergar, además de a los peronistas ortodoxos, a las corrientes de izquierda que convergieron en el peronismo y a las corrientes liberales que, después de Perón, no tuvieron otro destino que el mismo peronismo.

El poder de los Kirchner en el PJ está en declive al igual que su poder en el país pero algunos temen aún que se queden en el PJ y en el Ejecutivo para siempre, si consiguen doblegar el Poder Judicial. Como alternativa a esta posibilidad, se ha hablado en los últimos días acerca de la creación de nuevos partidos, como el Partido Agrario o el Partido Unión y Dignidad, propulsados por peronistas excluidos del PJ actualmente usurpado. Otras estrategias han sido la reciente negociación de Reutemann con Kirchner para ganar de todos modos, disimulando una derrota ostensible del kirchnerismo, en las próximas elecciones de julio en Santa Fé, y también el anunciado regreso de Duhalde a la lucha partidaria para recuperar sus dirigentes robados por los Kirchner. Nos preguntamos entonces si la estrategia de un peronismo libre y creativo pasa por aceptar la exclusión y hacer rancho aparte o, por el contrario, por no perder ocasión para tomar posición de las porciones del PJ que le corresponden, por legítima herencia. Como la última década política en el PJ ha sido la de las exclusiones y la de la formación de partidos propios por todas y cada una de las minorías, quizá haya llegado el momento del movimiento inverso hacia la inclusión de todos en un gran PJ, asegurando la coexistencia democrática con elecciones libres. Los Kirchner expresarían así la última experiencia de exclusión y el peronismo libre encarnaría la superación de esta etapa, el comienzo de la inclusión de todas las minorías en su lugar de pertenencia original y la consiguiente definitiva institucionalización del PJ.

Llegó entonces la hora de que los grupos libres peronistas excluidos del PJ, marquen para ocuparlo su lugar en el conjunto, presionando en la justicia y, sobre todo, en la opinión pública a través de una persistente comunicación. Muchos grupos, definidos no por su ideología sino por su exclusión del PJ usurpado, darán vida así al inmenso espacio comunitario real del peronismo que va desde los seguidores de Pino Solanas a los cavallistas, pasando por los duhaldistas, los menemistas y por todos los nuevos pichones de águila que ya asoman la cabeza para representar a los argentinos. Ese último movimiento, el de la asociación en el espacio público de los grupos peronistas libres, será el que logre la definitiva institucionalización de un PJ que precisa ser tan justo, libre y soberano como quiere la doctrina.

Este movimiento no precisa en este momento coincidencias ideológicas, porque para eso estarán después las internas, sino un claro sentido de afinación con la maravillosa música del pueblo. Socialistas, ortodoxos o liberales, los peronistas honestamente comprometidos con el legado de Perón se reconocen en su permanente esfuerzo por dar en la tecla, para que siga la música.

junio 05, 2008
PARTE DE BATALLA
El último domingo, Elisa Carrió lloraba en el programa de Grondona y guardaba para sí lo que según ella va a suceder antes de un 9 de Julio que nos encontraría en una situación institucional muy diferente a la actual. Los autores del golpe institucional del 2001, Duhalde y Alfonsín, son mencionados hoy con sorna por el diario Ámbito Financiero en relación a su oposición al actual gobierno con el cual comparten sin embargo la ideología económica fundamental, y a quienes todos los actores políticos de la oposición evitan mencionar como los aliados en la coyuntura. Estos dos datos, más que para esclarecer la posible deriva del actual gobierno y su sustitución por el más avispado en el Senado, sirven para alertar acerca de la naturaleza de la actual situación que no consiste en una simple sustitución de los Kirchner tanto en el PJ como en el Gobierno sino que representa, por el contrario, una caminata esforzada hacia una mayor institucionalidad.

Al Kirchner del PJ se le pide democracia partidaria y renuncia a ejercer presión en su favor sobre la Justicia; al Kirchner del Poder Ejecutivo se le pide un cambio total en la política económica que sirva no sólo al campo sino al país. A ambos se les pide una mejor conducta institucional y respeto a la división constitucional del poder en tres partes equivalentes y no la centralización de los tres en el Ejecutivo. A ambos, y al Poder Legislativo se les pide una urgente revisión de la política centralista y la creación de un verdadero federalismo fiscal, según la simple y sencilla regla explicada la semana pasada por José Manuel de la Sota: que las provincias recauden y administren sus propios impuestos y que coparticipen a la Nación.

Los Kirchner pueden cambiar y terminar con este proceso de autodestrucción política y de destrucción del país que iniciaron por ignorancia económica, desubique internacional y tozudez ideologista. También pueden ahondarlo. En verdad, en ellos está la decisión. Lo que la verdadera oposición –aquella opuesta al meollo de sus políticas, originadas en los Duhalde y Alfonsín que hoy se quejan de su propio Frankenstein- no debería ignorar, es que trata de cambiar no de gobernantes sino de políticas, incluso aquellas encargadas de un reordenamiento institucional.

mayo 22, 2008
HORAS INCIERTAS
Si bien el conflicto con el campo está en este momento en el centro de la escena política, el tema del Partido Justicialista que nos viene ocupando desde fines del año pasado no es menor.

El conflicto con el campo es de algún modo consecuencia directa de la escasa institucionalidad que padece nuestro país. Los impuestos deberían ser discutidos y aprobados en el Congreso. En el Congreso deberían sentarse los auténticos representantes del pueblo y de las provincias. Estos representantes deberían ser elegidos de a uno, y no en listas sábanas. Para ser elegidos en una elección general, deberían sortear primero una interna en sus respectivos partidos políticos. Los partidos políticos deberían para eso funcionar democráticamente, con afiliaciones y desafiliaciones debidamente anotadas en padrones públicos y sus afiliados deberían elegir por medio del voto a las autoridades legítimas del partido. La Justicia Electoral debería velar, representando al pueblo argentino, por el correcto proceder de los partidos políticos y corregir cualquier irregularidad. La Corte Suprema debería estar atenta también a cualquier indicio de corrupción en la Justicia Electoral, como Justicia suprema de última instancia.

Lo que los Kirchner han hecho es saltear todos estos pasos, siguiendo el mal ejemplo de Duhalde y sin que tampoco podamos mencionar a Menem como un ejemplo de total corrección ya que su insistencia en la tercera reelección creó el fundamento del caos posterior, aprovechado por sus enemigos partidarios y, sobre todo, por los enemigos de su por otra parte exitoso modelo.

Reestablecer el orden, requiere el retomar paso por paso la reorganización institucional del país. Hay otros partidos con la misma tarea pendiente. Aquí nos ocupamos del Partido Justicialista y pensamos que el trabajo de reordenarlo vale la pena. Un PJ democrático y funcionando según las reglas dejaría por fin atrás, y para siempre, las horas inciertas de la escasa o nula institucionalidad. Para eso, más pronto que tarde, la Mesa Ejecutiva que con buen criterio ha comenzado a organizar Ramón Puerta y a la cual van adhiriendo todos los dirigentes que cuestionan la ilegalidad de la actual organización kirchnerista del PJ, deberá atraer la atención del público acerca de este tema y esclarecer acerca de su incidencia en la crisis institucional de la Argentina. No es un tema que sólo sea relevante de cara a las elecciones de 2009: es, por el contrario, la piedra angular para comprender y comenzar a resolver la actual crisis institucional.

mayo 06, 2008
LOS CÓMPLICES
La disyuntiva para la Justicia Electoral es: obedecer a Kirchner u obedecer al interés democrático del pueblo argentino. La disyuntiva se traslada a las Cámaras donde la lista opositora y afiliados apelen y a la Corte Suprema que deberá decidir si en una Argentina democrática le es permitido a quien maneja los resortes del Gobierno Nacional a través de su mujer, influir en las decisiones de la Justicia para apoderarse del mayor partido político de la Argentina e inmovilizar así la voluntad de millones de afiliados que no comulgan precisamente con su espíritu ni sus ideas.

La mayoría de la dirigencia peronista que se apresta a obedecer a Kirchner respaldándolo en un nuevo acto de asunción ilegítima de una Presidencia del partido para la cual no ha sido votado, dado que se ha coartado –hasta ahora- la posibilidad de una interna, es también cómplice de este estado de cosas y debería pensar dos veces acerca de su ciega obediencia. La conveniencia de hoy no es siempre el éxito de mañana.

Según lo que los representantes de la Justicia, en todas sus instancias, decidan y según el resto de honor que los dirigentes peronistas puedan tener frente a la masa de afiliados que los votó, continuará o se terminará este capítulo oscuro en la historia del Partido Justicialista.

En los umbrales de su definitiva institucionalización y de la reconciliación histórica con los sectores no peronistas que siempre reprocharon su escaso nivel de institucionalidad, este retroceso político y cultural en el PJ impreso por la gestión gubernamental y partidaria de los Kirchner, no representa sino una más de las infinitas piedras en el camino que los argentinos debemos apartar hasta reencontrar nuestro destino de libertad y grandeza.

abril 24, 2008
¿QUÉ HACEMOS AHORA?
Muchos se preguntan dónde afiliarse, dónde están los padrones publicados para consultar, a quién dirigirse como jefe de la oposición interna, dónde anotarse para participar y opinar.

No tenemos respuesta para estas preguntas porque el PJ legal no existe, no aún. Sólo existe en su reemplazo una ficción ilegal autorizada por una justicia que obedece al bicéfalo Poder Ejecutivo y no a la ley.

La pregunta es ahora no cómo reorganizar el PJ sino como recuperar la legalidad en el PJ usurpado y restablecer la participación de TODOS los afiliados por medio de internas libres y democráticas.

Como el tema de la ilegalidad toca ya demasiados puntos de la vida nacional, desde las retenciones anticonstitucionales al uso privado de una institución pública como el partido político más grande de la Argentina, la solución del tema PJ es inseparable de una solución política que resuelva la totalidad del problema. El mal avanzó ya demasiado y sólo cabe esperar que se agote a sí mismo.

Sigue pendiente el tema del liderazgo de la vasta corriente de argentinos, peronistas y no peronistas, que queremos un justicialismo justo, libre y democrático. Como siempre, terminará emergiendo alguien que nos interprete y represente.

abril 20, 2008
TODO ES LIDERAZGO
El proyecto de los Kirchner para el PJ es bien claro: hegemonía y estatización. Si bien los muy meritorios esfuerzos de ambos Rodríguez Sáa, ya para instalar una lista opositora o para impugnar las ilegales condiciones de la interna del 18 de mayo, constituyen una promesa de espacio alternativo dentro del PJ desde donde discutir modalidades y contenidos, no se percibe un claro liderazgo peronista opositor a Kirchner.

La batalla interna por el PJ sólo importa en la medida en que se la considere como una ocasión para proponer un liderazgo alternativo proveedor de una reinterpretación del peronismo que sirva al país. El gran problema que la Argentina tiene hoy en cuanto a la gestación de sus élites políticas es precisamente el de la aún no saldada discusión acerca de qué es hoy el peronismo moderno y cómo se reinterpreta el justicialismo a la luz de la modernidad global.

Este foro, desde su primer día, pretendió crear un espacio de discusión acerca de este tema, esperando que las voces de sus participantes se trasladasen de algún modo a la prensa y a través de ella a la ciudadanía en general y que la discusión por el PJ se transformase en el importante tema público que es, ya que si nada se hace para democratizarlo, la Argentina va a ser dominada por un partido único, expresión de una oligarquía de dos (o de tres, que ahora se ha agregado el niño en la JP), dueña y señora del Ejecutivo, de las dos Cámaras, de la Justicia y de la Prensa por medio del observatorio con poder de veto.

El PJ, una de las dos más tradicionales fuerzas políticas, será finalmente lo que los argentinos, peronistas y no peronistas, hagamos de él, por acción o por esa omisión tan habitual en los tiempos de desesperanza.

abril 07,2008
CAMPAÑA DE AFILIACIÓN
Los padrones con los cuales se realizará la elección interna en el PJ ya se pueden consultar en Internet, en forma de consulta limitada a un afiliado por vez. No han sido depurados ni actualizados, lo cual supone una discusión pendiente una vez que publiquen en su totalidad y se analicen. Tampoco se ha hablado de una necesaria campaña de afiliación en un partido que ha estado dividido y clausurado durante tanto tiempo y con tantísimos afiliados emigrados en el interin hacia otras fuerzas, empezando por los mismos Kirchner que abjuraban del PJ hasta hace muy poco y contaban con su propia formación política a la cual no sabemos si renunciaron. Las nuevas afiliaciones representan un tema muy sensible en este momento de extremo desprestigio del kirchnerismo, ya que muchos independientes disgustados con la marcha del país estarían tentados a afiliarse y contribuir así activamente en la transformación del PJ. Como la legitimidad de las nuevas autoridades dependerá de los afiliados, hoy son éstos los que pasan a primer plano. ¿Son todos los que están y están todos los que son?

Cada día hay más conciencia de la incidencia de esta interna en la vida política nacional. Lo que en Enero parecía un simple trámite de acumulación de poder, hoy se presenta como la posible bisagra hacia un futuro muy diferente.

El Partido Justicialista es el partido más grande de la Argentina y debe ser presidido por quienes la sirvan y no por quienes la usen como un bien ganancial.

Muchos, muchísimos, de los sufridos y humillados votantes cautivos del kirchnerismo esperan también una alternativa que los rescate de la dádiva y los devuelva al peronismo del trabajo. La oposición interna no tiene todavía una cara que la identifique y que unifique el discurso.

El poco tiempo que queda hasta el 18 de Mayo puede ser más que una dificultad, un estímulo: según la mejor tradición argentina, la solución salvadora siempre se arma en el último minuto.

abril 05, 2008
LA REALIDAD JA,JA,JA,JA
¿Qué se puede esperar en materia de política agropecuaria de la Presidencia de la Nación cuando en su comercial criticando la producción de soja con datos inexactos ilustra además el maíz con tres espigas de trigo?

No es que los medios de comunicación sean crueles; es que la incompetencia del Poder Ejecutivo es muy, pero muy grande. En todos los niveles.

Quisiéramos que nuestro Gobierno luciera mejor a los ojos del mundo, para no sentirnos tan avergonzados. Aunque siempre tenemos la risa, como pueblo merecemos más, mucho más.

¿Era éste el cambio de imagen en política internacional?

La peluca y los zapatos son, en verdad, lo de menos.

La pregunta en este foro continúa siendo acerca de cómo organizar los carriles partidarios para elegir a los más capaces.

abril 02, 2008
EL PERONISMO LINDO Y EL PERONISMO FEO
En los ’90, el correcto criterio de Carlos Menem de saldar el pasado y de encaminar el peronismo hacia la modernidad permitió la fusión del peronismo con las antiguas elites oligárquicas y antiperonistas. El peronismo se valió del liberalismo económico como instrumento para brindar a los argentinos lo que jamás dejó de prometer: la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo. El peronismo, con el PJ organizado a su vez como su instrumento institucional, lavó su cara, alegre y bicolor, y los enfrentamientos del pasado quedaron atrás después de muchas décadas de odios y rencores. El peronismo a partir de esos días fue percibido como lindo, no para un grupo sino para todos, con Perón y Evita reivindicados. Las Fuerzas Armadas fueron indultadas, en un recurso quizá injusto, pero políticamente apto para saldar ese otro viejo odio abonado por dos dictaduras en contra del peronismo.

Este peronismo lindo sólo tuvo enfrente entonces dos enemigos: la izquierda, peronista o no, que jamás se identificó con su doctrina anticomunista y espiritual, y el peronismo antiguo, congelado en los instrumentos de la década del ’40. El peronismo lindo, que debió haber durado eternamente en su institución partidaria, en el poder o fuera de él, tuvo una sola razón para su caída: la decisión de Carlos Menem de pretender un tercer mandato en vez de designar un sucesor, en lo que resultó una mal calculada entrega del PJ al líder del peronismo antiguo, Eduardo Duhalde.

El peronismo antiguo aliado con la izquierda volteó a de La Rua y Cavallo –continuidad no institucionalmente peronista de Menem- y tomó ilegítimamente la presidencia de la Nación en la persona de Duhalde. Del peronismo antiguo al peronismo de izquierda había un solo paso y los Kirchner lo dieron, en un principio para negar al peronismo, y luego, ante el temor de que el verdadero peronismo los enfrentase, asumiéndose como peronistas. Falsos peronistas claro, aquellos que del peronismo sólo saben imitar el pasado y no recrear el nuevo.

De ahí que en estos días los mismos peronistas asistamos sorprendidos al regreso de algo que ya no reconocemos como propio: desde las patotas violentas de D’Elía hasta una plaza llena de movilizados enviados por algunos sindicalistas, intendentes, y gobernadores, peronistas corrompidos por la billetera kirchnerista y que dan vergüenza ajena por su traición a aquel pueblo que dicen defender. No faltaron tampoco las sorprendentes invocaciones a una supuesta división social entre oligarcas y cabecitas, como si el último gobierno del mismísimo General y más específicamente, el de Menem, no hubieran existido. Los Kirchner, careciendo de la más elemental cualidad de un peronista, cual es la de ver la realidad, no perciben que el actual enfrentamiento es entre la Argentina productiva (incluyendo a buena parte de los sindicatos vinculados a ésta) y la Argentina improductiva expresada en la creciente cantidad de recursos fiscales que el Estado demanda para sostener los millones de marginados y desocupados que los votan a falta de otra opción, y para disimular el acumulativo efecto de deterioro causado por este modelo económico. En su caricatura del peronismo del pasado, en ese cambalache ideológico donde se imita la voz cascada de Evita, se pone la mano sobre el pecho izquierdo al entonar el himno en un gesto grotesco para los argentinos y se recibe el pañuelo blanco sin animarse a ponérselo en la cabeza después de haber declamado admiración por las sufridas Madres de Plaza de Mayo, lo que el pueblo argentino tiene ante sí es un peronismo feo, que nadie quiere volver a ver, y menos que nadie los peronistas. El peronismo feo, en suma, porque es construido como negación de la verdad, usando la máscara peronista como un disfraz vacío de contenido y de doctrina: los Kirchner usurpan el pasado y lo distorsionan para servir a sus propios fines de poder.

Por eso el PJ es una pieza importante hacia el futuro de la Argentina y requiere la mayor energía de peronistas y no peronistas para recuperar su plena institucionalización democrática, aquella que permitirá reentronizar el peronismo lindo, el de la paz democrática, el de la permanente creatividad impulsada hacia el futuro y el del respeto a los deseos y necesidades del pueblo argentino, sirviéndolos con eficacia.

marzo 17, 2008
MÁS ALLÁ DEL PJ
Aprovechando el receso de Semana Santa y mientras se afinan las estrategias para lograr un auténtico proceso de reorganización democrática, convendría reflexionar sobre la calidad de las organizaciones peronistas no gubernamentales -fundaciones, institutos y grupos o sociedades- destinadas al estudio de políticas públicas y a la formación de nuevos dirigentes.

Es bueno tener en cuenta que una vez reorganizado el PJ y con las distintas líneas representadas en la competencia electoral, la mayor diferencia fuera de la calidad carismática de algunos cuadros, será dada por el conocimiento. Si Perón fue un gran planificador y un estudioso conciente de los problemas de Estado y sus políticas públicas -recordar el importantísimo rol de Figuerola-
sus seguidores no se han caracterizado siempre por el mismo rigor, siendo el de Menem un caso aparte ya que con gran tino recurrió al creador del mejor think tank argentino.

El mismo Kirchner que lanzó mucho antes de soñar con ser Presidente su grupo Calafate, una vez llegado al poder se olvidó de su propio aparato de sostén intelectual, independiente del Estado, prefiriendo la tarea desorganizada bajo su conducción de cuadros dispersos en el Gobierno, muchos de ellos con una formación muy precaria en el conocimiento y diseño de políticas públicas eficientes. Es de suponer que ahora que tiene más tiempo, además de tratar de consolidar su línea K dentro del PJ, dedicará también parte de sus infinitos fondos a crear un verdadero think tank -quizá la misma Fundación Calafate- y a formar cuadros. No sabemos, en cambio, qué va a hacer su oposición dentro del PJ, ya que hoy no cuenta con un think tank semejante dedicado a ser su soporte intelectual. Las ideas de gestión alternativas a las de los Kirchner no tienen hoy un espacio nacional de estudio y análisis y esta es una carencia tan grave para los opositores como la de la falta de representatividad en el PJ.

Es posible que el PJ coagule en su estatizada forma PK, y es posible que se abra a un auténtico juego democrático. En un caso y en otro, una importante mayoría de peronistas no kirchneristas tendrá esta vez, junto a la demanda de un espacio propio, una exigencia infinitamente mayor a la del pasado: tener líderes y representantes que no sólo los expresen en su doctrina e ideología sino que tengan el conocimiento necesario para hacerlas valer. No pedirán sólo individuos carismáticos, pedirán equipos muy profesionales y coherentes, Recordarán que el fin de la vieja política significa no el fin de los políticos sino el fin de los políticos improvisados y que el ingreso a la nueva política pasa por una gestión racional posterior al conocimiento profundo de los problemas públicos. Si el peronismo fue siempre un sentimiento, ahora deberá ser, además, un conocimiento.

Más allá del espacio PJ, hay un espacio intelectual que también debe ser ocupado, y pronto. Una vez en el gobierno, las batallas sólo podrán ganarlas los capaces. ¿O acaso las batallas que el actual gobierno ha comenzado ya a perder no son el producto de su incapacidad profunda y de su infinito error por falta de conocimiento?

marzo 09, 2008
LA REALIDAD, ESA TRISTE VERDAD
El General precisa la ayuda de Serrat para definir lo que por ahora no tiene remedio, la impronta K en un PJ que, dentro de los mismos parámetros del dedo autocrático, se encamina ya hacia internas para elegir autoridades partidarias el próximo 18 de mayo.

Sin embargo, para las elecciones presidenciales de 2011 se firmó un acuerdo por el cual el candidato presidencial se elegirá en internas abiertas. Ya que todos, incluso el mismo Kirchner, reconocen que los padrones del PJ están caducos, por qué no adelantar el espíritu democrático del 2011 al mes de mayo de 2008, asumiendo que todos los ciudadanos que concurriesen a votar podrían ser ciudadanos en busca de un gran partido al cual afiliarse y en el cual influir, o bien ciudadanos activos y atentos al desarrollo democrático de una de sus instituciones políticas básicas. Más aún, como hay muchos PJ provinciales en idéntica condición de irrepresentatividad, mayo sería una excelente ocasión para renovar las autoridades partidarias en todo el país.

Por supuesto, es imposible que esto ocurra, porque Kirchner ha acumulado más poder que los casi cuarenta millones de argentinos desmovilizados por falta de otro liderazgo, aunque sólo fuese por ahora una junta unificada de líderes opositores. El PJ se organizará entonces de acuerdo a lo que Kirchner mande y no a lo que al resto de los argentinos les convenga. Este libreto permanecerá inalterable a menos que algunos de los que representan legalmente a estos argentinos en la actualidad, léase, diputados, senadores y gobernadores, acompañados por aquellos que los representaron alguna vez, se alcen con toda la energía política y las armas legales disponibles e impidan este nuevo ataque a una verdadera democracia.

La reorganización del PJ puede hoy parecer un tema que sólo interesa a líderes o militantes relegados de un PJ que de todos modos nunca tuvo buena prensa en amplios sectores de la sociedad. Mañana, cuando el primer y más importante partido de la Argentina pase a formar parte de la Internacional Socialista y cuando la administración pública argentina termine de homologarse con la de Venezuela, el error de no haber intervenido a tiempo allí donde está el núcleo del futuro poder, se hará sentir, ya no en el peronismo, sino en el resto de la comunidad.

Hablando del General ¿quién lo cuida en San Vicente? No vimos a los Kirchner muy interesados en protegerlo cuando trasladaron sus restos. Hoy se acuerdan de él para reclamar su herencia institucional. Esperemos que el auténtico heredero haga oír su voz, con ese tono habitual del escarmiento y no con el falsete nasal de la obsecuencia escuchado el último viernes.

marzo 01, 2008
LAS FINANZAS DEL PJ
Hablar de las finanzas de un partido que ha estado al borde de la desaparición jurídica puede parecer ocioso, pero es un modo más de evocar uno de tantos robos provocados por la amañada intervención. Además de la posibilidad negada a los afiliados de competir y votar en las internas de su propio partido sin tener que emigrar, el congelamiento del PJ sirvió para que los aportes del Estado vayan ahora al Frente para la Victoria, agrupación política que usufructuó los votos robados. ¿Quién va a mantener ahora al PJ, seguramente en quiebra, hasta las próximas elecciones? Y de modo más general, ¿por qué desde algunos ministerios se admite privadamente que la corrupción institucionalizada sirve para mantener a la misma política, expresada en individuos o en partidos?

No se trata sólo de la ya famosa mítica valija con los dólares venezolanos destinados a la campaña presidencial que ya hace compañía en el imaginario público a la otra famosa valija de Amira, sino de una discusión mucho más profunda acerca de cómo es usado el dinero público. Si la justicia argentina no es confiable y si el ejecutivo promueve la trampa como sistema útil a su proyecto político, no hay otro modo de ejercer presión más que a través de instituciones privadas.

El PJ es una institución privada, y la presión pueden y deben ejercerla sus afiliados, también activos en cuanto a la renovación del padrón y al respeto de las reglas orgánicas del partido. Por otra parte, organizaciones no gubernamentales y apartidarias, con gran prestigio local e internacional, como el CIPPEC y la recientemente premiada Fundación Atlas, deberían ser auditoras y veedoras de la transparencia en la reorganización del PJ. Estas instituciones podrían también colaborar con los afiliados peronistas, desorganizados desde que se ha eludido organizarlos desde el mismo partido, y orientarlos a una participación jurídica activa y eficaz que los restituya en su derecho de únicos dueños legítimos de su histórico partido. Tal vez Transparency International que supo colaborar con el gobierno en otros temas quiera ahora también aportar su cuota para la transparency local.

Todos sabemos que en el fondo sólo se trata de las luchas entre dos proyectos contrapuestos en lo político, lo económico y lo geopolítico y que cada actor político hará siempre todo lo posible para llevar agua a su molino, pero las reglas que unos y otros acordamos fueron las del juego democrático dentro de instituciones limpias y no las del asalto desde el Estado sobre la vida civil. Desde Duhalde, con su ataque a la institucionalidad, a la moneda y a los contratos privados entre los argentinos y entre argentinos y extranjeros, la vida política argentina cruzó una raya y nunca más regresó a la legalidad. Con lo cual se advierte claramente que uno de los dos proyectos jugó sucio al país y a los argentinos y, de paso, proyectó de modo psicopático su culpa sobre el modelo que pretende sustituir. Ese estilo del juego sucio en un modelo que de otro modo no contaría con el favor de la mayoría de los argentinos, ha resultado perdurable pero da la impresión de que debería terminar ya, antes de que termine con el resto de la esperanza que le queda a la Argentina de sobrevivir estratégicamente y no dentro de la táctica de la soja y el petróleo caro.

Mirar el PJ desde el punto de vista amplio de sus finanzas y analizando qué es legal y qué no en la vida política democrática plena que todos los argentinos nos merecemos, es una discusión colectiva pendiente.

febrero 19, 2008
EL PJ: LA CASA COMÚN
En medio de tantas operaciones de prensa como de negociaciones más o menos secretas y con el regreso de Duhalde al opinionario político, continua la movida acerca del desestructurado y hoy inoperante PJ. El debate no es sólo acerca de cómo reorganizarlo democráticamente, de modo que todas las expresiones peronistas tengan cabida, o acerca de cómo recrear su tradición de modo de convertirlo en un instrumento político moderno, altamente operativo y eficiente. Es también, de cara a una sociedad con las ideas muy confundidas, la oportunidad de elevar la discusión política y de demostrar la voluntad de vivir dentro de una auténtica democracia empezando por casa. En este caso, el PJ, la casa común, el hogar madre de todos aquellos peronistas, dirigentes o no, que se reclaman nacidos en ella y no aceptan ni el veto ni la exclusión.

Pocos meses después de la elección en la cual resultaron triunfantes, difícilmente los Kirchner podrían perder una elección interna en el PJ, aún con los padrones actualizados. O sea que la presidencia eventual de Kirchner al frente del PJ no es el punto ni la manzana de la discordia, sino su insistencia en evitar líneas internas de ideas opuestas a las suyas dentro de un partido que pretende convertir en el eje de un frente socialista. En esta posición kirchnerista se observan dos problemas superpuestos que, sin embargo, conviene discutir por separado.

La primera discusión se refiere a la organización democrática y a cómo Kirchner puede optar honorablemente por ésta o persistir en la equivocada actitud del vivo local, que le puede traer predominancia hoy, pero sólo desdichas mañana. El PJ debe incluir todas las corrientes, incluso la kirchnerista y también las más izquierdistas, como la de Pino Solanas, por la simple razón de que el PJ es de todos. “Mi único heredero es el pueblo”, dijo el General, y no hay más que discutir: el PJ es de todos y los dirigentes se eligen en internas; y sí, el gana gobierna y el que pierde acompaña. Esta discusión, como de costumbre, continua y se dirime, como todas las discusiones exclusivamente peronistas, en la bolsa de gatos, ya sea en la bolsa chica de un PJ kirchnerizado o en la bolsa más grande de los dos PJ en pugna, el kirchnerista y el paralelo o disidente.

La segunda discusión interesa en cambio a la sociedad en general, que precisa un orden institucional donde las opciones políticas se desplieguen con claridad. En este sentido, el reclamo cada vez más generalizado de un sistema bipartidista parece indicar que los argentinos preferirían contar con dos partidos fuertes, flexibles y elásticos en lo interno, más que con partidos débiles cuya única fuerza sería la de constituir frentes electorales. Si la opción es entonces por el bipartidismo, el problema a resolver tanto en el PJ como en el Partido Radical, el de la democracia interna y la flexibilidad para aceptar la puja de proyectos disímiles. Esta flexibilidad interna, que obligaría a la permanente batalla interna por las ideas y las posiciones, daría al país un muestrario de opciones políticas amplias y variadas, con dirigencias permanentemente renovadas dentro del orden institucional del partido. Repetida en los dos partidos, esta misma flexibilidad haría posible concentrar la participación política de actores disímiles en ambos partidos, no enraizando ninguno de los dos durante demasiado tiempo en ninguna posición. O sea, un férreo bipartidismo para lograr el más alto movimientismo.

Es este tema de la flexibilización el más difícil de entender para Néstor Kirchner, de espíritu controlador, autoritario, centralista y, básicamente, antidemocrático. Es sobre este punto que la dirigencia peronista que se le opone debería alertar a la comunidad, porque va en contra, no ya de los intereses de los peronistas opositores a Kirchner, sino del más alto interés de la comunidad, que merece lo mejor en ideas y en dirigencias renovables.

febrero 07, 2008
EL PJ PARALELO
El Partido Justicialista es, a la vez, una institución política y una expresión cultural. Se trata de recuperar la institución política y de preservar, respetar y recrear su tradición cultural. En este sentido hay entonces dos tareas: una en el plano jurídico institucional, que consiste en la reorganización institucional del partido, según reglas democráticas, y una en el plano de discusión y recreación de esa tradición. Desde el gobierno y desde el aparato político kirchnerista se puede intentar condicionar la reorganización institucional, por medio de diversas trampas o por el simple peso del poder del Estado y de su inagotable billetera para comprar voluntades y votos, pero lo que desde el oficialismo no se puede hacer, es frenar la reorganización cultural del justicialismo.

Nada sino la renuncia a organizarse de los mismos dispersos miembros de las diversas corrientes opositoras a Kirchner, será lo que detenga este proceso de recuperación de la tradición y de renovación de la política por medio de la discusión. Como bien dice Pascual Albanese en su comentado artículo Peronismo y democracia: “Hacia adentro del peronismo, el objetivo es llegar a conformar una “masa crítica” dotada de poder suficiente como plantarse seriamente como una alternativa real al oficialismo. Esto implica generar un amplio espacio de coincidencias, capaz de atraer a todos los dirigentes y sectores políticos y sindicales que no comulgan con el proyecto oficial de vaciamiento del peronismo”. La construcción de un PJ paralelo, con una expresión virtual en Internet como punto de encuentro y referencia, es posible y recomendable, y sólo depende de aquellos dirigentes y militantes que asuman su inalienable derecho a la absoluta libertad para hacer y crear.

En este momento hay dos posibles PJ: el del oficialismo cerrado a una posible institucionalización democrática y el de una oposición que, mientras busca el momento y las condiciones para regresar a la institución, puede crecer y desarrollarse en total libertad y en pleno uso de sus facultades creativas políticas; entre ellas la de una depuración de los padrones. Un día, esperemos que no muy lejano, ambos PJ serán uno solo: el Partido Justicialista institucional, tradicional y democrático. “La organización vence al tiempo”; en este caso, lo que vencerá al tiempo será la oposición organizada.

febrero 02, 2008
MILITANDO POR UN SUEÑO
Así como los Kirchner han ido variando su idea de partido, yendo del Frente para la Victoria al sueño de un PJ propio, cada argentino, peronista o no, tiene su propio sueño acerca de cómo debería ser el nuevo Partido Justicialista y a quién debería representar.


"Yo tengo un sueño". La frase de Martin Luther King, repetida rítmicamente en el más famoso de sus discursos, siempre viene al caso en toda etapa seminal. Los sueños cuentan. Los sueños hacen.

Mi sueño es que el Partido Justicialista se convierta en un partido democrático con muchas líneas internas que expresen las diferentes tradiciones conservadoras, las anteriores al peronismo, las del peronismo más ortodoxo y la de la síntesis peronista-liberal, que expresa el progresismo modernista opuesto al estatismo centralista y socialista de, por ejemplo, los Kirchner.


Es un sueño relativamente novedoso, porque si bien tenemos la experiencia de los 90 de Menem-Cavallo, en la cual esa alianza funcionó con eficacia durante un tiempo, nunca hemos hecho el trabajo de construir a conciencia un partido común que blanquee y solucione por fin el conflicto histórico que ha originado la persistente carencia de una jerarquizada dirigencia política. El peronismo debe obligatoriamente concluir con su reemplazo de las elites conservadoras del pasado, ya que éstas, diluidas por el mismo peronismo y por la fuerza de la historia, no pueden ser ya alternativa y, abandonado el rol de enemigas, sólo les cabe el de socias.


El actual remanente de dirigentes peronistas vivos puede cumplir con esta misión histórica o no. El sueño puede convertirse en realidad o no. Todo depende de cómo los argentinos interesados en la vida política puedan absorber este desafío. Nos encaminamos hacia un sistema nítidamente bipartidista. El otro partido será, sin duda, el radical, con su tradición opositora de desafiar al peronismo en tanto encarnación de una elite popular y democrática. El peronismo encarnado en su más amplia dimensión filosófica, cultural e histórica, el justicialismo, permitirá al radicalismo una equivalente redefinición ampliada de sus metas filosóficas, culturales e históricas.

Comparativamente, y para tomar como ejemplo los países que están en el origen de esta formulación de sistema bipartidista, se puede decir que el Partido Justicialista debería ser el equivalente del Partido Republicano en los Estados Unidos y del Partido Conservador en Gran Bretaña, y el Partido Radical, el equivalente del Partido Demócrata en los Estados Unidos y del Partido Laborista en Gran Bretaña. El problema a resolver es que quien aspira hoy a reorganizar y dominar el Partido Justicialista tiene el sueño exactamente opuesto.

Estos años anárquicos en lo político han dejado un saldo creativo riquísimo que aún no luce porque no ha encontrado su forma institucional. Hay más de un sueño activo y las preguntas para este foro son: ¿Qué estamos soñando? ¿Cómo imaginamos el sistema bipartidista? ¿Cuál es la identidad institucional del Partido Justicialista que mejor servirá a la Argentina?

enero 19, 2008
EL VELOZ TIEMPO POLÍTICO
Fuera de la presidencia, Néstor Kirchner ha decidido volver a ocuparse de la política institucional y, según parece, ha decidido propulsar la reactivación del PJ con él como presidente. Es un punto de partida y queda abierta la discusión sobre los puntos de llegada, ya que la tentación de construir un partido hegemónico al estilo chavista será demasiado fuerte.

Vale la pena recordar que el peronismo más absolutista de los años '40-'50, siempre tuvo al partido radical enfrente, por lo tanto no está dentro de la tradición peronista el partido único. El hecho de que el actual gobierno tenga a una presidente de origen peronista y a un vicepresidente de origen radical también llama a la reflexión acerca de por dónde trazar la línea del presente y resolver si la mezcla hegemónica del Frente para la Victoria con el nuevo nombre de PJ es lo que le conviene al país. Los miembros del PJ virtual serán los que a la larga decidirán, ya que el nuevo PJ, heredero de una tradición específica y de un mandato institucional de su fundador, será una construcción colectiva o no será.

Esto lleva al tema de qué es el PJ hoy y a la resolución de cancelar las afiliaciones para recomenzar con una afiliación transparente, la base de una nueva y verdadera vida democrática interna.

Por último, lanzada por los Kirchner, la idea de la reactivación del PJ suena más que un intento de regreso a una verdadera democracia, a la adquisición de un nuevo instrumento de poder para el matrimonio presidencial. La construcción de un polo de opinión diferente al kirchnerista y la construcción de una o más corrientes internas opositoras es lo único que garantizará la auténtica transparencia y democratización.

enero 18, 2008
LOS DOS GRANDES RIOS Y SUS AFLUENTES
La vida política argentina posterior a la recuperación democrática se encauzó en forma espontánea en los dos grandes partidos nacionales con tradición histórica: el peronista-justicialista y el radical. El radical se redefinió no ya como partido popular como en sus inicios sino como reacción al peronismo, ya sea a sus aspectos juzgados como totalitarios, conservadores o, posteriormente, a sus más progresistas y modernistas opciones en la economía y en las relaciones internacionales.

Ambos partidos generaron tendencias internas que se asemejaban más a sus afines del partido rival que a sus rivales internos, y esto, sumado al personalismo de los conductores dominantes en los dos partidos, desordenó a ambos y sembró la semilla de una discordia política general que terminó en la escisión de ambos partidos en multitud de pequeños partidos y alianzas que se imaginaron semilla de los nuevos grandes partidos del futuro y que procuraron el congelamiento de los dos partidos tradicionales.

Esta situación en la cual la vida política no tiene ni nuevos cauces, tal como creía la diáspora de dirigentes y afiliados hacia nuevas promesas políticas, ni recuperó sus estructuras partidarias tradicionales, aparece tras las elecciones amañadas de 2007, como terriblemente peligrosa para la Nación, incapaz ya de darse opciones políticas según las necesidades de su destino. Sólo se puede ir aceleradamente hacia adelante y colaborar con la creación y engrandecimiento de nuevos partidos o tomar la opción conservadora, desde la raíz misma de este concepto, en un país donde todo lo heredado se ha destruido de manera sistemática, y bregar por la recuperación de los dos partidos tradicionales.

Este foro toma como bandera esta opción de regreso a un pasado no tan lejano, que está a menos de una década del actual 2008, y se propone crear las bases de discusión para una recuperación del Partido Justicialista y de su valiosa herencia política, como modo de orientar además la reorganización de su doble y necesario par, el no menos valioso y tradicional Partido Radical.

Si los dos grandes ríos vuelven a correr en su cauce normal, los afluentes, o sea los pequeños partidos de la diáspora, no tardaran en afluir y en crear una corriente aún más poderosa en cada uno de ellos. Los nuevos partidos, que no pueden crecer más allá de sus límites regionales y, en general, dominados por fuertes personalidades políticas encontrarán en estas dos grandes corrientes la posiblidad de un alcance nacional por la fusión, ya sea en alianza o en corriente interna. La fluidez de los procesos democráticos en los dos grandes ríos y en los afluentes depende en rigor de una movilización de las personas e ideas en este sentido, exigiendo el respeto de los jueces a la ley y la no ingerencia del gobierno en la administración de la justicia electoral. Hay suficientes foros internacionales como para convencer a jueces y gobierno de que les conviene más el camino de la transparencia que el de nuevos papelones internacionales.

Este foro pretende discutir estas cuestiones generales de la reinstitucionalización de nuestra vida política, ayudar a la recuperación del Partido Justicialista, y promover, muy especificamente, lo que hoy aparece fuera del escenario de las opciones electorales: su corriente interna de pensamiento conservador y modernista a la vez.

Invito a participar a amigos, compañeros y al público en general, como modo de recuperar, al menos en este foro, el gusto por la verdadera discusión política, esa que permitirá cambiar nuestro destino y llevar a nuestra Nación allí donde debería estar. Seguramente no en una coalición sudamericana de repúblicas bolivarianas, allí donde iremos a dar si no hacemos valer, democráticamente, otra opción.

diciembre 31, 2007
POR LA RECUPERACIÓN DEL PARTIDO JUSTICIALISTA
El General Perón no se cansaba de repetir que "La vida es lucha". Tampoco de insistir en que las instituciones vencen al tiempo. Sin duda, ante la pérdida del instrumento democrático para ganar elecciones, el partido político, hubiera en estos días insistido con las dos ideas: luchar y recuperar el partido perdido.

Los últimos presidentes, de origen peronista, llegaron al gobierno y al poder por vías ilegítimas: Duhalde, por un golpe institucional; Kirchner por Duhalde y Kirchner por Kirchner. Ninguno de ellos fue elegido en internas previas.

A los argentinos identificados con el Partido Justicialista, peronistas o no, nos gustaría volver a tener un partido donde elegir en internas abiertas a nuestros representantes. Este foro está destinado a recuperar la vida interna del Partido Justicialista hasta que la institución vuelva a funcionar normalmente.

Invitamos a todos a participar en este Partido Justicialista virtual para recuperar el Partido Justicialista real.