lunes, noviembre 20, 2023

EL TRIUNFO EMPONZOÑADO DE MILEI

La moneda cayó del lado liberal peronista y no del peronista liberal y, a los efectos de la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo, todo sería lo mismo—más veloz con uno, menos veloz con otro—si no fuera que el triunfo no se debió a un crecimiento de Milei sino a la intromisión de Macri como aliado electoral y a la colaboración anti-peronista electoral de Schiaretti.

Y estas alianzas tampoco serían determinantes en el sentido de que las ideas de Macri y Schiaretti en economía, seguridad  y política exterior son semejantes a las de Milei, pero resultan incompatibles con el proyecto personal que Milei, por sí mismo—al igual que Massa por sí mismo, si le hubiese tocado ganar—debería desarrollar. 

Este proyecto, que no es otro que el proyecto peronista liberal de Menem y Cavallo, responsables del único gobierno exitoso de la democracia, tiene en los nuevos aliados electorales, a dos potenciales enemigos de un acercamiento fundante de Milei al peronismo. ¿Podrá Milei reconocer el peligro y tener la habilidad política para sortearlo?

De esto depende que pueda hacer las imprescindibles reformas que la Argentina precisa.

Es posible que Macri siga insistiendo con su deseo de sustituir al peronismo con un movimiento propio, sin advertir que su destino, quizá  ya definitivamente perdido, era conducirlo.

Es posible que Schiaretti, liquidado Massa como competidor,  lance ahora su postergado proyecto de recuperación del PJ.

Lo que es seguro, sin embargo, es que ninguno ayudará a Milei a consolidar su propio espacio personal de heredero del  proyecto Menem-Cavallo.  El potencial de esta herencia de liberalismo y peronismo unidos es enorme, con un Milei aliado a y trabajando con la CGT, los movimientos sociales y los sectores no kirchneristas del peronismo, y creando en conjunto los nuevos instrumentos de protección efectiva de los trabajadores, la promoción del trabajo legal en los millones de desocupados y trabajadores informales y la creación de métodos modernos para facilitar el acceso a la educación, formación profesional y salud.

Macri, en su momento, se equivocó al elegir al radicalismo como su base territorial. ¿Podrá Milei despegarse de esta emponzoñada alianza electoral con Juntos por el Cambio y empezar a construir su base territorial junto al peronismo de modo de que liberalismo y peronismo queden finalmente unidos en un PJ reconocido de una vez y para siempre como el partido de la Producción y el Trabajo?

Eso es lo que está por resolverse. Cuando se habla de violencia, se habla de esto: de un peronismo real (además del obvio kirchnerismo anticapitalista) que se pretende seguir excluyendo con la más enorme de las cegueras y que reaccionaría en contra de las reformas.  Milei no es ciego, pero ¿podrá conducir?

La otra cara de la moneda, la que perdió, tenía esto en claro y, además, un gran as en la manga: terminar, de verdad y para siempre, con el kirchnerismo.  Massa como nuevo jefe podría haber decidido políticas liberales sin oposición, con la ayuda integrada de la CGT y los movimientos sociales atendidos en sus necesidades.  No tuvo el coraje de proclamar su liberalismo real ante sus socios kirchneristas. La ciudadanía no lo adivinó, del mismo modo que en 1999 no adivinó a un Duhalde a tiempo de ser socio de Cavallo (como lo fue en la elección provincial que dio el triunfo a Ruckauf) y votó a de la Rúa. Un Duhalde presidente, asociado a Cavallo, nos hubiera ahorrado las miserias del 2002, el kirchnerismo y la decadencia actual.

Ayer, como hoy, hacen falta más políticos con experiencia y visión de estadistas. Son los políticos los que deben comprender las necesidades de la Nación y del pueblo y conducir en consecuencia.

Hoy, el kirchnerismo, con la derrota de Massa y el triunfo en la Provincia de Buenos Aires, recuperó una capacidad de daño importante.

La idea de un gobierno de unidad nacional sigue vigente. Pero no cualquier unidad, sino la unidad inteligente, la que puede realmente inspirarse en el único éxito del pasado y no repetir los errores más recientes.