miércoles, abril 18, 2012

LA RESISTENCIA

(publicado en: http://peronismolibre.wordpress.com )

El escándalo de la tragedia de Once fue sustituido por el escándalo Boudou y el escándalo Boudou arrebatado de la primera plana de los diarios por la expropiación de YPF, cada escándalo cubriendo el aún mayor escándalo de una administración que, bajo las vestiduras de una maniatada democracia, continua llevando a la Argentina hacia su irremediable caída final.

La opinión pública, encerrada entre su intuición del desastre y la deficiente representación de la oposición, vacila entre la indignación y la pasividad. No hay una clara resistencia a esta administración, con protagonistas firmes y decididos en un rumbo común. No hay un pueblo motivado a resistir, aún ante la percepción de que el control del país hace tiempo que se les ha ido de las manos. Legítimo dueño, pero sin liderazgos alternativos, el pueblo argentino ha quedado atado a la voluntad de una sola persona, incompetente y equivocada.

Y de eso se trata este tiempo: de construir política para resistir y frenar toda vez que sea posibles los pasos errados de este gobierno y para mantener vivos en la opinión pública todos los temas ardientes hasta que éstos terminen por incinerar al gobierno que prendió el fuego.

Construir políticas es también construir conciencia. Este gobierno es lo exactamente opuesto al gobierno de los años 90 y no realizar una justa reflexión sobre aquellos años que cambiaron la Argentina para bien, modernizándola y asociándola como una igual al mundo—la aceptación en el G20 que vamos a perder viene de aquellos días, así como la modernización agrícola que hoy nos permite ser el gran vendedor de soja en el mundo—equivale a consentir a este gobierno una parte de razón, cuando no le asiste ninguna.

Construir política es también, además de redefinir las metas de los años 90 corrigiendo sus deficiencias—como el no completado federalismo, para citar la mayor de ellas—identificar aliados en un plano de paridad dejando para un futuro proceso partidario de elección interna la selección de candidatos. En este sentido, la alianza natural por afinidad conceptual e ideológica, sensibilidad popular y respeto por las antiguas dirigencias argentinas conservadoras después de haber sido revolucionarias, liberales o peronistas, cae en los dirigentes relegados de un PJ hoy también oprimido por el kirchnerismo (sin elecciones internas ni genuina participación popular) y del PRO construido como una alternativa clara al kirchnerismo por fuera del PJ.

Estos dos sectores, separados, no podrán ofrecer ni una representación lo suficientemente masiva y contundente como para dar seguridad a la opinión pública, ni podrán tampoco neutralizar al hoy lamentable Partido Radical, que sueña con un kirchnerismo instalado para siempre en el PJ, aniquilando al peronismo real, y cediendo al Radicalismo el lugar del segundo partido, el “democrático” ese que en un pasado gorila que no pueden superar se oponía al “dictador” Perón y que continuaría su saga oponiéndose a la dictadura kirchnerista. La alianza del PJ peronista real con el PRO deberá, sin embargo, tener bien en claro que al radicalismo le corresponde históricamente el lugar socialdemócrata que hoy ocupa, si bien de modo abusivo y apalancado hacia la izquierda, el kirchnerismo, y por cierto, el lugar de segundo gran partido, opuesto a un PJ real, conservador y liberal. El kirchnerismo conceptual tiene un lugar de residencia natural: el Partido Radical, y no el Partido Justicialista, y allí irán a dar sus restos, cuando llegue la hora de la verdad.

De las muchas batallas políticas que deberá emprender la oposición, la más importante será la de recordar que hacer política es dialogar y consensuar en pos de un objetivo común. Los Gobernadores del PJ, como Scioli y Urtubey, y como Macri del PRO, se deben un diálogo abierto para la resistencia antes de que la opinión pública los descarte como cómplices cobardes o cómplices interesados de una dictadura que quizá no caiga por sus propios errores sino que se sostenga por más tiempo del esperado, si no encuentra un límite en aquellos que supuestamente la eligieron para gobernar.

A propósito, ¿tendrá algo para decir o aclarar, en estos días, la empresa española INDRA, acerca de las elecciones internas generales de Agosto de 2011 y su fatal consecuencia, la elección presidencial de Octubre? ¿Algo que decir acerca de las ya probadas manos largas de este gobierno? ¿Alguna mención sobre la posible expropiación de votos en una elección sólo controlada por el Ministerio del Interior, con veedores internacionales nunca invitados y una Justicia Electoral ciega o distraída?