Ya está publicado el calendario electoral y está llegando la hora de que se presenten todas las posibles candidaturas, además de las alianzas. Una novedad coincidente: la aparición formal de Juan Schiaretti, Gobernador de Córdoba, como candidato a presidente, apelando a cerrar la grieta inventada por el kirchnerismo y proponiendo un modo de gestión de la economía con extrema libertad semejante al implementado en Córdoba.
Si notamos que Schiaretti es puro peronismo y que, al igual que Menem en la década de los 90, no le tiene miedo al liberalismo sino que además lo considera el complemento indispensable para participar en la economía global del siglo XXI, comprobamos que la exitosa fórmula de los 90, de unir al peronismo con el liberalismo, ya tiene una parte. Pero, eso no es todavía cerrar la grieta: hace falta que los argentinos vean unidos a peronistas y liberales, de modo que la división quede automáticamente eliminada. Y ahí es donde aparece la solución que puede sorprender a los argentinos por su claridad y su vigor.
Se trata de forjar una alianza con la contundente fuerza como para superar las propuestas equivocadas o tibias, dialoguistas en las formas pero que no unen en la práctica, y sin la extrema audacia que se necesita para dar vuelta la economía con el sostén conjunto de empresarios y sindicatos.
Macri, Schiaretti y Milei compitiendo en las PASO en una alianza sin egos, donde el plan económico esté acordado al igual que los roles de cada uno con diferentes posibles posiciones en un futuro gobierno. Un gobierno que, sin duda, pondría así al frente a los mejores hombres de la Argentina y que ya tienen, en cada uno de los diferentes espacios, la mayor cantidad de talentos en cada especialidad. La Argentina está en su peor momento y precisa la unión de los mejores.
Desde un punto de vista político, esta alianza conviene no solo a la Argentina para concentrar fuerzas en la mejor solución, sino también a cada uno de los candidatos.
Macri saldría por arriba del dilema de tener que contemplar las pobres y poco ambiciosas aspiraciones de Rodríguez Larreta, de la Coalición Cívica y de los radicales, y podría por fin dar rienda suelta a su imaginación y poder liberal y, de paso, mejorar lo que ya comenzó con Pichetto, su unión con el peronismo.
Schiaretti no tendría que explicar más que no, que nunca fue kirchnerista ni lo será, y ofrecer a todos los peronistas desencantados una alternativa semejante a la que ofrecieron Menem y Cavallo, uniendo con éxito total al peronismo y al liberalismo, y expresaría así la continuidad perdida de un peronismo republicano y respetuoso y con las ideas económicas correctas.
Milei a su vez, tendría la oportunidad de estar al lado de dos gobernantes con más experiencia que él y aportar en la dirección de una solución global para la Argentina y, si no llegase a ganar las PASO, ser parte de un gobierno semejante al de los 90 que tanto admira, formarse como administrador y aspirar en la próxima elección a la presidencia para reemplazar a sus mayores.
¿Una PASO entre tres personalidades con gran caudal de votos? ¿Qué harían los “perdedores”? No habría perdedores, porque el de Presidente es solo un rol y hay muchos roles con los cuales cumplir en el gobierno de un país en crisis terminal. San Martín y Belgrano no se peleaban para ver quién sería el Padre de la Patria. Hacían lo que tenían que hacer. Eso esperamos los argentinos de los líderes de hoy. Macri Presidente, Schiaretti, Ministro de Economía con la Mediterránea , Schiaretti Presidente, Macri Canciller. En ambos casos, Milei Ministro de lo que elija para solucionar. Milei Presidente, Macri Canciller, Schiaretti como Ministro de Economía con la Mediterránea.
Las combinaciones de los segundos son infinitas y algunas muy expresivas de lo que pueden significar, incluso para ganar en la arrasada e insegura Provincia de Buenos Aires, un problema sin resolver para todos: por ejemplo, Bullrich Gobernadora.
La sorpresa de una alianza generosa y patriótica dará vuelta el hoy trillado tablero electoral. ¿Quién quiere otra vez una elección Macri o Kirchner? ¿Quién quiere perder la fuerza arrasadora que dará al gobierno ganador (no al candidato ganador sino al gobierno conjunto ganador) para transformar la Argentina y encaminarla hacia su mejor destino?
Macri, Schiaretti y Milei, ellos elegirán cómo prefieren que los argentinos los elijan para ganar los tres y que la Argentina no pierda, otra vez, su oportunidad.