sábado, diciembre 21, 2024

EL SILENCIOSO DESPLIEGUE DEL CENTRO LIBERAL

 

Atrapados en la falsa disyuntiva anarco-capitalismo o kirchnerismo, muchos periodistas y una parte de la opinión pública continúan escépticos: no pueden ver ni creer en el potencial del centro liberal.

 

Sin embargo, este centro ya se está desplegando silenciosamente, despojado de ambiciones de coalición ya que, para las próximas elecciones de 2025 donde solo se eligen diputados y senadores, cada integrante de ese espacio simbólico puede presentar a sus candidatos separadamente.

 

Es importante recordar qué une a los integrantes de ese espacio, ya provengan del PRO, del Peronismo, del Radicalismo, de la Coalición Cívica o de otros partidos. Más allá de sus orígenes y diferencias, están unidos por una convicción republicana y una creencia innegociable en una economía de libre mercado. Todos, en mayor o menor medida, lejos de denostar al Estado como la expresión del poder comunitario en la gestión de los bienes y servicios públicos, coinciden en la necesidad de hacerlo más eficiente y más eficaz en la promoción de todos los argentinos.

 

Los recientes movimientos de Mauricio Macri para resignificar, con toda justicia, un PRO disminuido por la reciente batalla electoral pero con una trayectoria potente que lo coloca en la primera línea del espacio de centro liberal. También, de idéntico modo, Juan Schiaretti refunda su peronismo liberal en “Hacemos”, con Florencio Randazzo al frente. Por su parte, Miguel Ángel Pichetto sigue cercano al PRO con su propia formación peronista. La Coalición Cívica de Elisa Carrió está igualmente activa. El radicalismo en la gran mayoría de sus principales dirigentes, también forma parte de este espacio.

 

Si bien no hace falta una coalición formal, hace falta nombrar correctamente el espacio que los une: espacio centro liberal, tan opuesto al anarco-capitalismo (y a las inventadas batallas culturales que lo avergonzarían) como al izquierdismo kirchnerista, corrupto e incapaz para gobernar.

 

Hace falta, además, que sus diferentes dirigentes nombren pública y frecuentemente a ese espacio de centro liberal simbólico, para que los ciudadanos registren que no se trata de una oposición anti-liberal al presente gobierno, sino de una oposición liberal superadora, profesional y más de acuerdo con el sentir tradicional de los argentinos y su muy asentada noción de comunidad. De comunidad unida, una comunidad  hoy quebrada por los intentos divisionistas de políticos ambiciosos o sin experiencia.

 

El hoy silencioso espacio liberal, pasadas las fiestas, comenzará a expresarse en sus múltiples y valiosas voces y los argentinos recobraremos nuestro sentido de pertenencia a las mejores tradiciones políticas, ya sea del liberalismo, del radicalismo, del peronismo o del socialismo de libre mercado.

 

También recuperaremos la calma de saber que es posible una nación con diferentes partidos unidos en una causa nacional común aunque con diferentes líderes compitiendo y discutiendo las mejores soluciones.

 

Y, finalmente, por ejercicio libre democrático, sin la coacción del poder estatal o privado pagado con fondos estatales, encontraremos más tarde, en las presidenciales de 2027, no por desesperado descarte como en las elecciones 2023, sino por lúcida elección personal, al líder que mejor nos represente, el que más se nos parezca, en los deseos y en las formas.

 ¡Feliz 2025!