lunes, abril 28, 2025

EL PERONISMO LIBERAL Y EL PRO

En las próximas elecciones porteñas, el peronismo liberal es el gran ausente.

Incapaz durante dos décadas para rescatar el PJ de las manos del kirchnerismo, refugiado en Juntos por el Cambio, ilusionado vagamente con Milei y pronto decepcionado ante un proyecto sin conexión con la justicia social y con modales revolucionarios atrasados, ya que la revolución liberal fue hecha por Menem y Cavallo hace tres décadas, el peronismo liberal permanece ahora paralizado al haber perdido la oportunidad de rescatar esa revolución propia y haber permitido que Milei arrebatase su discurso.

Hoy se abre, sin embargo, un espacio para terminar con esa invisibilidad y comenzar a recorrer el camino que nunca se debió haber abandonado. Cuando Miguel Ángel Pichetto integró la candidatura presidencial junto a Mauricio Macri se sentó un importante precedente. Si bien la fórmula presidencial no alcanzó a ganar, dejó en claro que el PRO debía, si realmente quería constituir una amplísima mayoría, incluir a ese peronismo sin hogar pero intensamente afín a la propuesta republicana y liberal y con una ventaja: el acceso emocional y doctrinario a los trabajadores y a los informales y desocupados con voluntad de trabajar y ascender.

Hoy, con el rumbo económico liberal aceptado por una amplísima mayoría y ya encaminado por el actual gobierno, se precisa una alianza de centro liberal que una todos los fragmentos dispersos de los diversos liberalismos en un proyecto liberal calmo, sin estridencias y con modales ejemplares—en lo personal e institucional—para poder dar a esa hoy inmensa mayoría de pobres sin educación ni trabajo, un primer horizonte de esperanza junto a un modelo de referencia que los incluya explícitamente.

El gobierno actual puede proveer un camino fiscal virtuoso y quizá una inflación baja con una moneda estable pero poco más. Ese es su rol a cumplir en los dos años y medio de gestión que le quedan. La inversión privada solo aumentará si el proyecto de país incluye calidad institucional y humana. El personalísimo proyecto de poder de Milei y el modelo anarco-capitalista de poco sirven a la hora de recuperar lo perdido: la inmensa clase media de trabajadores educados, la que Perón supo construir en menos de diez años y que sobrevivió a todo, menos a la destrucción sistemática del kirchnerismo.

El PRO, el radicalismo, el peronismo liberal y el resto del centro liberal tienen así hoy la oportunidad de ir construyendo una nueva gran alianza que una el liberalismo tradicional y los partidos populares, con una clara vocación de rescate inteligente de lo que supo hacer de la Argentina un país líder en América Latina.También un país digno de estar en el G-20, donde se llegó, hay que recordarlo una y otra vez, gracias a Cavallo y Menem.

En estas próximas elecciones porteñas, el peronismo liberal puede y debe hacerse visible una vez más junto a Mauricio Macri y el PRO, a título testimonial y para ir construyendo las bases de una nueva alianza formal.

Es importante apoyar a quien hoy lidera la fuerza más sobresaliente del centro liberal y a sus candidatos para comenzar esa reconstrucción con los suficientes votos.

Marcar ese espacio de centro liberal con la figura presidencial con más prestigio y trayectoria para superar al hoy discutible por insuficiente proyecto del gobierno actual. Prepararse para reunir la nueva camada de dirigentes del centro liberal y organizar los cuadros para una efectiva y eficiente reconstrucción de la Argentina.

El peronismo liberal tiene aún su lugar en la historia. La comunidad desorganizada lo espera. ¿Y qué mejor momento para comenzar a organizarla que este, apoyando y reuniendo a los líderes afines con un objetivo común?